AREOSO | O |
23 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.EN LA INDIA desaparecen cada año dos millones y media de niñas. Los padres no las quieren así que se deshacen de ellas en el feto o al nacer. Leo que el aborto cuesta 26 euros y muchos padres prefieren pagar este precio que entregar una dote a la familia del novio en el momento de pactar el matrimonio. En un país con armas nucleares y cuya industria del cine (Bollywood) es una potencia mundial aún siguen estando en la Edad Media en muchas cosas. Las mujeres no es que no valgan nada, es que son una carga familiar, así que algunos prefieren soltar lastre. Será que una europea treintañera no alcanza a atisbar la enjundia del asunto; lo de las castas y las peculiaridades sociales del país y todas esas razones que se esgrimen para justificar tantas injusticias. Pero es que la cosa, esta vez, no admite dudas. El Gobierno indio anuncia que va a poner cunas en todo el país para que los padres puedan abandonar allí a sus recién nacidas cuando no quieran criarlas. La ministra del ramo argumenta que siempre será mejor que las abandonen que matarlas. Quizá estén empezando la casa por el tejado, pero valga la solución como mal menor, máxime cuando en el otro lado del mundo hay mucha gente que estaría encantada de poder darle un hogar a estos bebés. Es otra de las contradicciones de nuestro tiempo. En los países pobres y en otros sin serlo tanto -China, India- miles de niñas mueren o se malcrían mientras en Europa hay hombres y mujeres haciendo cola para que les entreguen un hijo en adopción. Y lo conseguirán con suerte y dinero, claro. Queda el consuelo de que se subaste otro vestido de Audrey Hepburn. El que lució en Desayuno con diamantes se vendió por 692.000 euros, que se emplearán en construir quince centros educativos en la India. ¿Pero, habrá niñas en estas escuelas?