Reportaje | Actividades del día mundial contra la discriminación racial Nada mejor para sumergirse en otras culturas que compartir sus juegos. La Cruz Roja de O Salnés invitó a los pequeños de la comarca a una diversión sin fronteras
22 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Con los ordenadores cargados de juegos informáticos y los Pokemon a la conquista del mundo los niños de la última generación no sabían hace poco con qué jugaban sus padres. Por eso en los últimos años se puso de moda la recuperación de los juegos populares, para que los pequeños rememoren diversiones tan nostálgicas como la pita ciega, la mariquitilla o el trompo. Conocer cómo se entretenían las generaciones pasadas es conocer la cultura propia, y curiosear en torno a las diversiones de otros países es conocer las ajenas. Y respetarlas. Por es la Cruz Roja de O Salnés, con motivo del día mundial de la eliminación de la discriminación racial, invitó ayer a los pequeños de la comarca a pasar una tarde de ocio compatiendo juegos tradicionales de pueblos tan lejanos como China, Brasil, Marruecos o Rumanía. La actividad se desarrolló por la tarde en la plaza de la Pescadería. Bajo el título Las estaciones de juegos del mundo , los pequeños fueron pasando por paneles en los que se entretuvieron con el mikado, el nimbi o el tarile. Nombres que a las tres de la tarde no les decían nada pero que a las ocho manejaban perfectamente. En la primera estación, acompañados de los monitores de la Cruz Roja, los niños pintaron mariquitas; o sea, muñecos a los que les asignaron una nacionalidad y que les acompañaron a lo largo de toda la tarde. Desplegado sobre el suelo, un mapamundi, y como material de apoyo, un atlas. Los niños tuvieron que localizar en el mapa los países de los que eran originarias sus mariquitas y luego, colocar en cada uno de ellos la bandera correspondiente. Un juego original de Brasil similar al del pañuelo rojo. Los muchachos se distribuyen en dos equipos, cada uno de ellos con una bandera amarilla. Se trata de arrebatar el estandarte al equipo contrario, pero si uno de los jugadores rivales toca a su contrincante, éste queda paralizado hasta que lo rescata uno de su propio equipo. Gana el que primero arrebate la bandera. Juegos de palillos. El primero, muy extendido, consiste en esparcir en el sueño una serie de palillos de colores que los jugadores tienen que recoger sin mover los demás. El segundo suele jugarse con cerillas. Se colocan 33 en columnas, y sólo pueden retirarse las que están en la misma línea, ya sea horizontal o vertical. Levantar a una persona sólo con la fuerza de los dedos parece imposible, pero no lo es si se aplica el lema de que la unión hace la fuerza. Se echa sobre el suelo un jugador y los demás se distribuyen equilibradamente a lo largo de su cuerpo. Se colocan los dedos a modo de palanca y se empuja hacia arriba. Si los niños de Marruecos consiguen levantar a sus compañeros de juego, los gallegos no van a ser menos. Se colocan los niños en corro, cada uno con su mariquita. Otro muchacho, en el centro, tira un balón al aire y grita el nombre de un país. El que representa a ese pueblo tiene que recoger la pelota antes de que caiga al suelo. Si lo consigue, se coloca en el centro del corro y lanza él. Propuestas en internet Estos son los juegos que se practicaron ayer en Vilagarcía, donde los niños finalizaron la jornada expresando su experiencia en un gran mural. Pero las actividades de Cruz Roja no son una iniciativa aislada, y se pueden encontrar incluso en Internet. Una asociación catalana, Jóvenes por la igualdad y la solidaridad, ofrece en la dirección www.joves.org una página en la que aparecen estos y otros muchos juegos del mundo. Con un objetivo similar al del día que se celebró ayer, brinda a los muchachos la posibilidad de compartir experiencias con jóvenes de todo el mundo y participar en programas de cooperación.