«De Bóveda se ha escrito muy poco»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor VILAGARCÍA

AROUSA

VÍTOR MEJUTO

Entrevista | Rafael L. Torre El periodista Rafael L. Torre presenta mañana en Vilagarcía su último libro, «El primer Bóveda», en el que pone luz sobre la etapa más desconocida del galleguista

07 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Rafael L. Torre (1950) es además de un periodista de gran experiencia, uno de los mejores conocedores de la historia de la ciudad de Pontevedra. Su último libro, El primer Bóveda , se presenta mañana a las 20.30 horas en la Casa de la Cultura de Vilagarcía. El trabajo ofrece una apasionante visión de los años más desconocidos de Alexandre Bóveda y de una época gloriosa para la capital provincial. -En el prólogo cuenta que no tenía intención de escribir este libro, que casi se encontró con él. -Efectivamente, yo ni soy un experto en Bóveda ni quiero serlo. Realmente el trabajo que estaba haciendo era una investigación muy amplia para escribir la historia de la Caja de Ahorros de Pontevedra. En esa documentación, que es inédita porque hasta ahora nadie había tenido permiso para acceder a los libros de actas de la caja, y ahí está una intrahistoria de la ciudad de Pontevedra. -La lectura de su libro pone de manifiesto lo muy desconocida que es en realidad la figura de Bóveda. -Yo siempre digo que de Bóveda se ha escrito muy poco. Realmente, hay sólo un par de libros. Todo el mundo ha oído hablar de Bóveda pero cuando pasas al segundo escalón y preguntas qué se conoce de él, la mayoría no conoce absolutamente nada. Una de las historias que estaba apuntada es que Bóveda había tenido alguna relación con la Caja de Ahorros y yo me encuentro enseguida con que Bóveda es propuesto como primer director de la Caja de Ahorros de Pontevedra por el trabajo importante que hizo en la configuración de la institución. Como mi objetivo era en aquel momento otro, lo dejé apartado, aunque toda la documentación que encontraba la fui archivando y cuando en Pontevedra se plantea el año pasado que quieren conmemorar el centenario de Bóveda de una manera especial yo, que lo que soy es periodista, me dije esta es mi oportunidad, o ahora o nunca. -¿Cómo centró la investigación? -Desde el principio me propuse tirar de unos cuantos hilos de cosas que había ido encontrando para ver si existía o no este primer Bóveda que yo intuía. Mi objetivo era echar marcha atrás y ver en qué punto aparecía la llegada de Bóveda a Pontevedra. Estuve meses dando vueltas porque en algunos libros y trabajos publicados se dice que llegó a Pontevedra en el año 26, en el 27, en el 28, en el 29 y en el año 30. Yo me propuse decir el día, la hora y casi el minuto en que Bóveda llegó a Pontevedra. -¿Y cuándo fue? -El 1 de febrero de 1927, que es cuando empieza el libro. -¿Por qué se sabe tan poco de esta primera etapa del galleguista? -No hubo interés por parte de nadie en saberlo. -¿Por las connotaciones políticas? -Sin duda. De Bóveda hasta ahora hubo interés por destacar lo que más le interesaba a algunas personas y, sobre todo, incidir en sus últimos días, pero realmente ir a un conocimiento total, una biografía propiamente dicha de Bóveda, no hubo hasta ahora ningún interés. -¿Y cómo era ese primer Bóveda? -Primero es un Bóveda joven, muy joven. Estamos hablando de un período en el que tiene entre 24 y 27 años. Es un Bóveda que procede de una familia muy humilde en la que él y su otro hermano son los principales sustentos y, por tanto, una de su grandes fijaciones es ganar dinero para contribuir al mantenimiento de su familia. Es un Bóveda que por primera vez sale de su casa de Ourense. Estamos hablando de una persona que llega a una ciudad en la que no conoce a nadie y toda su fijación diaria es trabajar para ganar el mayor dinero posible, mandarlo a su casa y en cuanto pueda volver a Ourense. Sin embargo, Pontevedra lo deslumbra absolutamente y le cambia la vida hasta el punto que ya nunca se marchará de allí. -En el libro siempre utiliza el nombre de Alexandro en lugar del de Alexandre. No es casual, evidentemente. -Es muy simple. A Bóveda familiarmente se le llama siempre Sandro y él decía que era Alexandro. No tenía galleguizado el nombre. Sí es verdad que él siempre hablaba en gallego. -Durante su investigación encontró usted un testimonio muy importante. -Así es. Gracias a mis contactos en la caja me puse en contacto con el que fue interventor de la caja en aquella época, Armando Rodríguez Acosta, que todavía vive y tiene actualmente 99 años. Le envié un cuestionario y al poco me contestó su hijo diciendo que su padre, al oír mis preguntas, le había obligado a buscar unas cuartillas que había escrito hace tiempo y que me las había mandado. Cuando las vi, ¡sorpresa! Resulta que él nació frente a la casa de Bóveda, en la misma época, que fueron amigos de la infancia, estudiaron juntos, mantuvieron contacto continuada y tuvieron una relación tan estrecha que cuando a Bóveda le dan la posibilidad de que forme un equipo en la Diputación llama a este señor que, en definitiva, es su mano derecha en la Diputación y en la Caja de Ahorros. Su testimonio me permitió contrastar toda la documentación recopilada con su memoria. -¿Y a este amigo íntimo de Bóveda le gustó el libro? -Sí, dijo que había plasmado exactamente todo lo que se hacía y cómo se hacía en la caja y en la Diputación. -¿Cuál será el próximo libro? -Actualmente trabajo en un libro sobre Daniel de la Sota.