El canal de navegación de la ría y los muelles del Puerto vilagarciano no permiten la presencia de buques de más de 30.000 toneladas y un calado superior a los once metros. Aun así, el principal riesgo que parece existir con respecto a los depósitos no se sitúa en las propias instalaciones, sino en el mar. A la vista de los medios disponibles, un vertido importante sería difícilmente combatido. La lancha anticontaminación, de titularidad portuaria, no se encuentra en su mejor estado de funcionamiento. Sin embargo, sí podría ser útil para recoger del agua las bolsas más pequeñas de fuel que puedan comenzar a llegar a la ría. No obstante, ni la Delegación del Gobierno ni la Consellería de Pesca han reclamado su presencia. Ni siquiera en O Grove, la zona que presenta mayor vulnerabilidad.