La personalidad tan rica y compleja de Cristóbal Vaello se ha ido forjando como la de Valery Kandiuski, con el que tiene en común una muy parecida concepción del artista como ciudadano del mundo. Un poco a caballo de diferentes experiencias en el seno de diferentes culturas y países. Asímismo, Cristóbal Vaello es también de muchos lugares, pero sobre todo de Vilagarcía de Arousa, donde nació un 27 de octubre de 1956. Enamorado y apasionado del ajedrez, compartió largas batallas ajedrecistas con la mayoría de personas que en el café La Marina se daban cita. Fue pionero en dicho establecimiento de aquellas muestras de pintura organizadas durante cinco años en el local, una iniciativa cultural que llevó al café La Marina a convertirse en corazón cultural de Vilagarcía y local único en una ciudad por aquellas formidables tertulias de arte al estilo del café Gijón de Madrid. En este contexto, la figura de Cristóbal Vaello -a quien se rinde homenaje en la casa de cultura de Vilagarcía- destacó como un auténtico mago de la palabra, mejorable sólamente como persona y como artista.