La valoración de dos restaurantes de Viveiro con apertura hasta las 23.00 horas, cuando acaba ahora el toque de queda
17 abr 2021 . Actualizado a las 13:32 h.El retraso en una hora en el toque de queda por parte de la Xunta de Galicia desde el viernes permite estirar algo más los hábitos nocturnos en exterior, sobre todo los que tienen que ver con la restauración. Pasa de 22.00 a 23.00 horas y, como cantaba Sabina, ya podremos desde este fin de semana, hasta nuevas directrices oficiales y en función del discurrir de la cuarta ola de covid, decir aquello «y nos dieron las diez y las once...» pero no más allá, cenando en un local con licencia de restaurante y apertura hasta esa hora eso sí, pues no todos tienen intención de aprovechar el nuevo margen, que sigue siendo limitado si evocamos las costumbres sociales de antes.
Nemesio Canoura (Boavista): «Damos ceas ata as once pero non compensa, a porcentaxe será baixa»
El Boavista situado en Celeiro (Viveiro) es otro de los restaurantes del municipio que se suma a los que dan cenas, aprovechando que el toque de queda se ha retrasado a las 23.00 horas. En su caso, desde las 20.00, se puede cenar allí, «tamén porque temos hotel e hai que dar servizo a eses clientes», señala Nemesio Canoura, gerente del Boavista. «Pero non compensa», indica. Ayer a mediodía aún no tenían «ningunha reserva» para este fin de semana pero contaban con tenerlas a lo largo del día: «Seguro que si». «Aínda así, vai ser unha porcentaxe moi baixa. Vemos que funcionan mellor as comidas... e para ‘europeizarnos' aínda nos falta un pouco». Ya han pedido también en su caso el medidor de CO2: «A ver se nestes días nos vén».
Lucía Lozano (A Chabola): «Somos as marionetas da pandemia; o mércores mandaron as medidas para abrir o venres»
Come coma na casa» ha sido y sigue siendo el lema de A Chabola, en Viveiro, uno de los restaurantes que sí apuesta por dar cenas hasta las once de la noche. «Claro claro que vai resultar ben!», confían. Aunque reconoce que son un ‘mareo' los sucesivos cambios en el toque de queda y restricciones opinando que «está demostrado que somos as marinetas da pandemia, porque mandaron o mércores establecer as medidas para abrir xa o venres ata as once». Con respecto a una de ellas, cuenta Lucía Lozano, copropietaria del local, ya han pedido el medidor de CO2 como se exige, pero va a tener que esperar unos días a recibirlo por la alta demanda. «Boto man dun da casa mentres», señala. Con respecto a la ampliación de horario, dice: «Quero volver a abrir e ter xente no local para cear». De hecho, ya hizo reservas para este sábado. «Agora estou moi ilusionada. O último peche da Xunta foi un desalento porque non se vía a luz ao final de túnel, ainda que ía funcionando ben o reparto a domicilio e no interior de local. Era un desánimo», finaliza Lozano.