Concentraciones de protesta en Viveiro, Burela, Ribadeo, Barreiros o Vegadeo
13 nov 2020 . Actualizado a las 12:44 h.Ante la casa consistorial, en la Praza Maior de Viveiro, ni la luz del sol otoñal cambia el semblante gris en las más de cien personas concentradas en protesta por la situación de la hostelería. Dueños de locales, empleados, distribuidores, comerciantes, personal de Alcoa, vecinos, sindicalistas, varios concejales, la alcaldesa... Muchos comentan que el Sergas acaba de rebajar la alerta en el municipio, de roja a naranja, porque en los últimos siete días no se han diagnosticado más de 21 casos de covid-19. Viveiro sigue cerrado perimetralmente y la hostelería cumple su sexto día de persianas bajadas.
La hostelería y todo el entramado económico y social que gira a su alrededor se siente «asfixiada» por la pandemia; mejor dicho, porque las restricciones les afectan más que a otros sectores. Claman soluciones, apoyo institucional, «un plan de rescate para garantir a supervivencia». La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo resume así un grito desesperado repetido este jueves en movilizaciones como las de Viveiro, Burela, Ribadeo, Barreiros o Vegadeo.
Como el sábado, ante la casa consistorial burelense volvieron a concentrarse este jueves más de cien personas, con carteles quejándose por la seria situación en la que se encuentran los hosteleros y sus empleados. Todos apelan al apoyo vecinal para salir adelante, para recuperar la nueva normalidad cuanto antes. Más organizados y provistos de altavoces, allí un hostelero leyó el manifiesto reivindicativo.
Devolviéndoles la solidaridad que les mostraron durante los largos meses de lucha, empleados de Alcoa San Cibrao y las auxiliares arroparon a los hosteleros en las protestas de este jueves.
«‘Se vende (grupo hostelero) por traslado a Alemania’ porque alí dán o 75 % da facturación»
En la concentración de Viveiro, un cartel con el anuncio «Se vende por traslado a Alemania». Lo porta José Manuel Vázquez, Leman, titular del Grupo Galipizza, con locales en Viveiro, Ribadeo, Culleredo, Santiago y Vigo. ¿Por qué a Alemania? «Porque alí á hostalería pechada pola pandemia do Estado dalle o 75 % do que facturou o ano pasado, nós conformaríamonos co 50 %. Aquí as axudas son máis que insuficientes e, aínda que os ingresos caeron en picado ou desapareceron, nin temos opción a aprazar pagos». Si nadie lo remedia, «a este paso non chegamos abertos nin o nadal que din querer salvar».
Jorge Díaz, de Jorla Gourmet, empresa viveirense de distribución, cree que «pararnos non é a solución; pechan á hostalería pero hai festas e botellóns en pisos». ¿Cómo compaginar protección de la salud y hostelería? «Que se controle, con rigor, e que deixen traballar a quen respecta os protocolos e pechen a quen os incumpre». Tampoco es optimista: «Temo que o 50 % dos locais pechados non volverán a abrir se non os deixan traballar».
Otro hostelero viveirense, Suso Míguez, del Restaurante Fumeiro, comparte que el cierre obligatorio «non é a solución para un problema de saúde que depende de cada un de nós, das persoas, que debemos cumprir as normas en todo momento, e dos hostaleiros que debemos facerllas cumprir aos nosos clientes».
Más carteles expresan en Viveiro quejas compartidas y repetidas en casi toda A Mariña: «Queremos trabajar! La hostelería no es el problema. El ocio nocturno no es el problema»; «Queremos traballar, a hostalería non é o problema» o «No se pueden exigir impuestos si no nos dejan tener ingresos».