Agustín Mª Acevedo, médico ribadense precursor de la ciencia ficción española

La Voz

RIBADEO

CEDIDA

09 feb 2019 . Actualizado a las 21:11 h.

Tirso Aguimana de Veca es el anagrama ?la palabra que reordena las letras de otra- del médico ribadense Agustín María Acevedo. Con él publicó trabajos científicos que le dieron fama y reputación y también una novela, Una temporada en el más bello de los planetas, que lo convirtió en pionero de la ciencia ficción española y dejó su nombre en la historia de la literatura y en la propia literatura.

Ni el seudónimo ni su nombre figuran en los manuales de Literatura al uso aunque sí los citan Amor Meilán, Couceiro Freijomil y la Enciclopedia Gallega. Todos ellos se basan en un artículo que el periodista lucense, Manuel Castro López, publicó en Argentina en 1900. Pero fue Augusto Uribe ?seudónimo, a su vez, del ferrolano Agustín Jaureguizar, una de las mayores autoridades de la ciencia ficción española- el que completó aportaciones de Castro López y analizó su biografía y trascendencia.

Nació en 1806

Agustín María Acevedo Rodríguez nació en Ribadeo el 4 de julio de 1806 según la partida de bautismo que se conserva en el Archivo Diocesano de Mondoñedo. Estudió Medicina en Santiago y se doctoró en Madrid. En 1834 fue nombrado subdelegado de Medicina y Cirugía en Castropol y en años siguientes ostentó el mismo cargo en Villaviciosa y Avilés. Asistió directamente a tres epidemias de tifus en Asturias -en 1839 en Santalla de Oscos, en 1843 en Mogobio (Villaviciosa) y en 1854 en Oviedo- y los estudios e informes que hizo de ellas le valieron el agradecimiento del Gobierno y la felicitación del Rey en la Gaceta de Madrid.

En 1853 fue nombrado profesor de Historia Natural en la Facultad de Ciencias de Oviedo y miembro de la Junta de Sanidad. Luego opositó a médico de baños minerales y obtuvo el primer puesto entre 200 candidatos para ocho vacantes. Fue director médico del Balneario de Arteixo y Carballo (A Coruña) de 1860 a 1870 y luego del de Caldas de Besaya, en Cantabria, donde murió en 1874. Los trabajos científicos de Agustín Mª Acevedo aparecieron en publicaciones como el

Boletín de Medicina, Cirugía y Farmacia y El siglo médico, ambas de Madrid. Versan sobre temas como el sistema nervioso, la diátesis, las enfermedades de la piel, la generatividad y el magnetismo. Ilustres médicos de su tiempo, como Federico Rubio, Serapio Escolar, Joaquín Quintana o Mariano Cubí y Soler, vertieron grandes elogios sobre él y tomaron de base sus indicaciones.

Pero sería su novela Una temporada en el más bello de los planetas, elaborada en su tiempo de ocio y publicada a instancias del literato y catedrático en Compostela, Gumersindo Laverde, la que hizo trascender su nombre.

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Su padre murió en Londres desterrado y su hijo fundó El Diario de Lugo y escribió historias ribadenses

El gran descubridor de la vida y obra del médico de Ribadeo fue el periodista lucense, Manuel Castro López, que en la emigración argentina publicó un artículo en la revista Almanaque Gallego de 1900 que, curiosamente, lleva en su portada una reproducción del cuadro “Una familia gallega” del pintor asturiano Dionisio Fierros del que fueron grandes mecenas los ribadenses hermanos Moreno Ulloa. El artículo se titula Don Agustín María Acevedo y en él Castro López dice que lo suponía nativo de Asturias pero que fue su hijo, el abogado Romualdo Acevedo Rivero, el que le aclaró su biografía.

Agustín Mª Acevedo nació en Ribadeo el 4 de julio de 1806. Era hijo de Francisca Vicente Rodríguez, natural de la villa del Eo como toda su familia, y de Ramón Mª López Acevedo, oriundo de Tapia. El padre, que era Catedrático de Instituto en Oviedo, dirigió en esa ciudad El Ciudadano y La Ensalada. Por su apoyo a tesis liberales en tiempos de Fernando VII fue desterrado a Londres. Allí fundó El Español Constitucional. Su liberalismo era tan radical que proponía incluso implantar una dictadura en España como único medio posible de traer la democracia…

El médico novelista se casó con la gallega Luisa Rivero y tuvo un hijo, Romualdo Acevedo Rivero, que nació en Villaviciosa (Asturias), estudió Derecho en Santiago y fue colaborador de la Revista de España en la que su padre publicó su famosa novela.

Romualdo Acevedo ?que fue autor de interesantes trabajos sobre la historia de Ribadeo- fundó y dirigió El Diario de Lugo en el que firmaba sus trabajos, siguiendo con la costumbre de su padre, con el anagrama Amorodul…

Anticipó en 15 años temas y técnicas de Julio Verne

En 1870, la Revista España publicó, por entregas, la novela Una temporada en el más bello de los planetas de Tirso Aguimana de Veca, anagrama de Agustín María Acevedo.

El tema de la obra es sorprendentemente original para tratarse de un trabajo realizado en España a mediados del siglo XIX pues el médico ribadense la escribió en 1850, veinte años antes de publicarla…

La novela describe las aventuras de dos terrícolas, el científico alemán Leynoff y el joven español Enrique Benito de Mendoza que, vestidos con trajes espaciales primitivos y haciendo uso de las «corrientes de comunicación» interplanetarias, viajaron en globo al planeta Saturno donde convivieron con los saturnianos y con un mundo en el que todo era superior a lo terrestre, incluido el tamaño de seres y cosas…

El significado y la importancia de su obra deriva de que Agustín María Acevedo la escribió quince años antes de que fuera publicada en 1865 la universalmente famosa De la tierra a la Luna de Julio Verne y de que proliferaran los relatos de ciencia ficción.

El profesor de la Universidad de Kentucky, Brian J. Dendle, destaca que la obra de Tirso Aguimana de Veca anticipa rasgos y características ?como el interés por los avances de la ciencia, la perspectiva extraterrestre para satirizar costumbres terrestres, el viaje espacial, la experimentación biológica, la construcción de otros mundos, etcétera- de la literatura de ciencia-ficción que, posteriormente, fueron utilizadas en sus relatos por Julio Verne y otros escritores.

Por su parte, el investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona, Nil Santiáñez-Tió, que acaba de publicar una antología del género en España, señala que, cuando se habla de ciencia-ficción, se piensa en Inglaterra, Francia o Estados Unidos pero no en nuestro país. Y sin embargo ?dice- fueron muy importantes los autores españoles y sus aportaciones. Entre ellos y ellas destaca a Clarín, Pérez de Ayala, Ramón y Cajal, Unamuno, Nilo Fabra, Enrique Gaspar y al ribadense Agustín María Acevedo…