De entrevistar a Michael Jordan y Magic Johnson a jubilarse en O Valadouro
O VALADOURO
Eduardo, Lalo, Fernández Galán, que fue redactor de la NBA en el semanario Gigantes, además de traductor y profesor, reside con su mujer en Ferreira desde hace seis años
23 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En el concurso de mates del All Star de la NBA celebrado en Chicago el 7 de febrero de 1988, Michael Jordan protagonizó uno de los momentos estelares del baloncesto al protagonizar un salto en el que parecía volar y que ha sido estampado en millones de camisetas, sudaderas o pegatinas. A pie de pista, en primera fila cubriendo la cita se encontraba Eduardo, Lalo, Fernández Galán, redactor en Estados Unidos entre 1987 y 1996 del emblemático semanario deportivo Gigantes, dirigido por Paco Torres. Nacido en Madrid en 1952 y licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense, sus raíces familiares, pero sobre todo su profundo sentimiento hacia O Valadouro, lo llevaron a asentarse en el municipio mariñano hace seis años junto con su mujer, Terry, natural de Nueva York. «Empecei a vir con oito ou nove anos todos os veráns, as Semanas Santas... Aquí tiven as primeiras noivas... Vir ó Valadouro era a ilusión do ano», sonríe en un gallego casi perfecto un hombre políglota (habla inglés, italiano, francés y portugués) que desprende una calma y una educación exquisitivas, y cuya interesante vida da para escribir varios libros.
«Vivimos en Madrid, en Londres, en Nueva York..., y al jubilarnos pensamos que no necesitamos más ciudad. Aquí hay paz, naturaleza, se come bien, tenemos Internet, libros, música...», subraya Lalo, que valora los pequeños detalles que hacen grande la vida como «hablar con tres personas» en el trayecto entre su casa y la plaza, o tener a tiro de piedra «fervenzas» como la de Escouridal. Sensaciones a años luz del individualismo que reina en un país como Estados Unidos, donde entrevistó a estrellas como Michael Jordan, Magic Johnson, Karl Malone, John Stockton, el malogrado Kobe Bryant («le gustó mucho que le hiciese preguntas en italiano porque su padre había jugado al baloncesto en Italia», evoca), e incluso a Frank Lubin, un estadounidense de origen lituano que compitió en las olimpiadas de Berlín de 1936. A algunas de estas figuras tuvo acceso como redactor y productor en EE.UU. de «¡Chócala!», una serie emitida por TVE entre 1990 y 1992 sobre la historia del baloncesto en los Juegos Olímpicos. Cuando la etapa enfocada al periodismo deportivo concluyó, Lalo trabajó, entre otros, en un semanario en español donde escribió un artículo sobre inmigración titulado «Ilegales» que le valió un premio nacional a la excelencia en el periodismo.
Aprendió la jerga que hablan muchos jugadores de la NBA mientras daba clase en Harlem
Cuenta Lalo Fernández que uno de sus bisabuelos, Justo Alonso, oficial de la Marina de Guerra, nació en O Valadouro y tuvo 3 hijas originando una saga que hoy suma «50 primos hermanos». «Hai tres anos xuntánomos setenta e pico», sonríe quien rememora con idéntico cariño los partidos que jugaba en O Valadouro con sus amigos que los múltiples aprendizajes que ha tenido en la vida. Como periodista, traductor o editor de Santillana, y también como docente, ya que ha dedicado media vida a la enseñanza en colegios e institutos de Londres, Madrid y Estados Unidos, donde su primera experiencia lo llevó a un instituto de Harlem. El reto allí, según la dirección, era «que los alumnos no se matasen», y aprendió ebonix, la jerga afroamericana que, años después, le facilitó entrevistar sin dificultad a estrellas de la NBA.
Su mujer dio clase de inglés a actores como Javier Cámara, Álex González o Miguel Ángel Silvestre
Parte imprescindible en la vida de Lalo Fernández es su mujer, Terry, neoyorquina a quien conoció en Madrid. La pareja lleva junta 37 años. Los últimos 6 en O Valadouro. Padres de una hija que vive en Berlín y un hijo que reside en Valencia, y abuelos de dos nietos, siguen viajando a menudo. En su última etapa profesional, Terry fue profesora de inglés del método Vaughan, e impartió clases a actores como Javier Cámara, Miguel Ángel Silvestre o Álex González, que debían desprenderse del acento británico para trabajar en Hollywood. También a directivos de Repsol o cantantes como Sergio Dalma.