Mariña Patrimonio avisó del hallazgo de útiles de piedra entre Foz y Barreiros
07 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Cuenta Manuel Miranda, de la asociación Mariña Patrimonio, que en muchas ocasiones los hallazgos se dan por casualidad. Y que en la búsqueda en el litoral de Foz y Barreiros de posibles evidencias relacionadas con la minería de oro romana, los miembros de la agrupación se encontraron con piezas líticas en dos zonas, que podrían corresponderse con yacimientos del Paleolítico. Uno de ellos, en la desembocadura del Ouro, entre Peizás, Sarrido y A Pampillosa; el otro, en la parte de la ría de Foz que se adentra en el municipio barreirense.
Miranda explica que durante el verano pasado, en las obras para completar el flamante sendero marítimo en el litoral focense dejaron a la vista materiales que podrían corresponderse con útiles propios del Paleolítico, la primera etapa evolutiva del ser humano, en la que se fabricaban herramientas a partir de piedras para las distintas tareas diarias, principalmente la caza.
El colectivo advirtió de este hallazgo al servicio provincial de Patrimonio y así lo hizo también la delegación de esta área del Concello de Foz. El arqueólogo Roberto Bartolomé, de la empresa Engobe Arqueoloxía, realizó un informe sobre siete piezas líticas que fueron recogidas y entregadas al Museo de Viladonga. Se trata de materiales que, detalla el arqueólogo en el documento, «apareceron a nivel superficial e sen contexto de aparición, con serio perigo de perda ou extravío dos mesmos». El especialista entiende que más allá de las anotaciones morfológicas, «poucas máis podemos facer, pois corresponden aos especialistas en talla e retoque deste tipo de materiais».
Posteriormente, añade Miranda, aparecieron más restos. Delimitar ese contexto que falta es lo que quiere conseguir Mariña Patrimonio. «Consideramos que son restos importantes e que sería interesante facer un estudo arqueolóxico», apunta, que concreta que ha tanteado a las administraciones locales la posibilidad de impulsar una investigación.
«Hai que ter en conta que, falando de Paleolítico, na Mariña temos confirmados dous xacementos», expone. Uno de ellos es el de Louselas, en Ribadeo, estudiado por Eduardo Ramil y que según el arqueólogo supondría el primer poblado del Cantábrico, hace 450.000 años. El otro sitio arqueológico «é o da terraza fluvial de Río Covo», en Cervo, donde integrantes de Mariña Patrimonio hallaron en el año 2010 doce útiles líticos.
Una posible Punta de Palmela
Miranda explica además que en la zona de A Pampillosa apareció cerámica y una posible Punta de Palmela, un tipo de herramienta metálica que se suele atribuir a un período de transición entre la Edad del Cobre y la Edad del Bronce. «Parece que son bastante escasas», destaca. También en este caso se comunicó a Patrimonio el hallazgo.
El colectivo hablará el sábado de los 45 puntos de la costa oriental, algunos en peligro, donde se hallaron restos
El próximo sábado, Mariña Patrimonio (19.30 horas, casa de la cultura de Foz) ofrecerá una charla sobre los «45 puntos» del litoral de Foz, Ribadeo y Barreiros donde «apareceu algún tipo de resto arqueolóxico». De estos núcleos, algunos están catalogados como yacimientos y otros no están reconocidos como tales, o están en vías de ser inventariados.
Parte de estos lugares, señala Miranda, están amenazados por la acción del mar, que va poco a poco devorando la costa. De ahí que Mariña Patrimonio quiera exponer su existencia al público en la conferencia. El efecto de las olas destroza el litoral pero, argumenta Miranda, también desvela restos.
«Tralo último temporal revisamos o castro de San Bartolo de Barreiros, e apareceu un lenzo de parede bastante importante na que hai restos de cal. Pola arqueoloxía sabemos que nos xacementos castrexos había vivendas caleadas», indica Miranda.
Cerca del castro de Fazouro, añade, «onde acaba a protección do mesmo, hai unha pequena praia, cunha estrutura en rampa en pedra, construida cunha tecnoloxía similar á das estradas romanas». Este bien patrimonial, que en su momento fue inventariado, «está a desaparecer a pasos axigantados», lamenta. «Agora, co mal tempo, volve a aparecer outro cacho e estaría ben poder facer algún tipo de intervención. Pensamos que ademais pode haber nesta zona un forno de cerámica», concluye.