«Vienen muchos extranjeros en temporada baja y gente que quiere desconectar»
01 nov 2023 . Actualizado a las 18:31 h.La oferta de viviendas de uso turístico no deja de crecer en la costa de Lugo, con dos concellos, Foz y Barreiros, situándose entre los que más hay en toda Galicia. La demanda de estos alojamientos en verano ha supuesto un espaldarazo y un estímulo para que cada vez más propietarios de viviendas se destinen a darle este fin. La inmensa mayoría solo alquilan en verano, pero hay empresas que tienen un importante número de propiedades, pisos turísticos, que gestionan todo el año. En estos casos, las condiciones en temporada baja, a partir de octubre, hasta junio, cambian radicalmente. Los precios son mucho más económicos y las estancias de más días.
Rubén Zaballos es el propietario de más de ochenta apartamentos turísticos, 43 en Foz, en el complejo Las Catedrales (en el número 17 de la avenida de Asturias); 29 en Area MSuit Xove (en Palmeiro), y 14 en Viveiro MSuit, en pleno casco urbano viveirense. «El verano ha sido el mejor de los que llevamos. Se ha notado mejoría respecto al año pasado, que ya fue muy bueno. Estuvimos siempre prácticamente al 100 % de ocupación. Siempre queda algún día suelto, los domingos en particular, porque suele ser un día de regreso, pero el resultado ha sido fabuloso. Y en septiembre también tenemos prácticamente todo reservado: hasta el 15 de septiembre lleno y según avancen los días confiamos en que se vayan ocupando los apartamentos que nos quedan libres hasta final de mes. Se nota que cada vez más gente coge vacaciones en septiembre», señala Rubén Zaballos.
«En verano se alquila por días, pero hay muchas reservas de dos semanas a 20 días, sobre todo en septiembre, porque los precios son más económicos. Y a partir de octubre, se alquila ya por meses. El 75-80 % es gente que teletrabaja, que vive en capitales de provincia y viene por la costa de Lugo un par de meses para desconectar, porque puede seguir teletrabajando desde la costa. También hay gente que quiere cambiar de aires, desconectar unos meses, o que está de baja. Y después, lo clásico, profesores, estudiantes, gente que viene a hacer sustituciones. Lo que nos llama la atención es que un número importante de los que vienen a teletrabajar desde A Mariña son extranjeros, ingleses, brasileños...».
El precio en temporada baja es económico. En verano, un apartamento que puede costar entre 150 y 200 euros la pernocta, se alquila al mes por unos 350 euros, explica Rubén Zaballos. Y abunda: «A nosotros lo que nos interesa es tener el piso ocupado todo el año, aunque sea por poco dinero. Los alquileres en temporada escolar pueden suponer un 10 % de los ingresos de todo el año, pero ese 10 % hace aumentar mucho los beneficios finales, porque son ingresos que no van asociados a un gasto extraordinario».
Pero esta estrategia de los grupos empresariales con un importante número de viviendas no es la misma para aquéllos que tienen uno o dos pisos para alquilar: «Un particular no se complica la vida por ingresar 350 euros al mes, porque también conlleva un riesgo, ya que te pueden ocupar el piso o destrozarlo. Nosotros hemos tenido algún caso, de ocupación y también de daños para los que la finanza no llegó a nada. De hecho, todos los años suele haber algún problema, a pesar de que tratamos de hacer una selección de clientes. Pero claro, al tener tantos pisos en alquiler, puedes correr el riesgo de que alguno te salga mal, ya que compensas. Si solo tienes uno, dos o tres pisos, es normal que no asumas el riesgo y no lo alquiles en temporada baja, salvo que sea a una persona que te inspira mucha confianza y que, claro, deje el piso en verano».
Y en este punto, Zaballos -que responde a la entrevista desde Barcelona- elogia las condiciones y expectativas de Galicia y, singularmente, de la costa lucense: «Un factor que se valora mucho es el de la seguridad. Yo siempre que voy por A Mariña la impresión que me da es que es una zona muy segura, tranquila, donde nunca hay robos. Sin embargo, estás en una ciudad, en Barcelona por ejemplo, y sales a las once de la noche por la calle y en determinados momentos tienes miedo. Eso en Galicia no pasa. La percepción general es que es una zona muy tranquila, de ahí que cada vez más gente de otros lugares la elija para, si puede, pasar unos meses teletrabajando, descansando o de vacaciones».