Ante el improbable control el acceso, creen que será preciso apelar al sentido común
14 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«E como se vai facer? Pois non sei, con sentido común. Poñeremos carteis con consellos e despois a xente que actúe en consecuencia, que se autorregule, porque dende logo non vou mandar á policía municipal a quitar xente das praias. Nin creo que puidera nin, dende logo, está para iso. É o que faltaba, que lle carguen esta responsabilidade ós concellos». Así opinaba un alcalde de A Mariña, de momento sin pronunciarse públicamente hasta conocer al detalle la nueva normativa sobre cómo se regularán las playas este verano.
El caso es que los alcaldes y alcaldesas tendrán el poder para hacerlo. El decreto publicado ayer en el DOG sobre la salida de Galicia del estado de alarma así lo estipula.
Quedan muchas cosas en el aire, como el aforo que tendrán los arenales. Y no es asunto menor, porque no son pocos los alcaldes que asumen que no se podrá controlar ya que al subir la marea se achicará el espacio y sería un despropósito, casi un imposible, decidir quién debe abandonar y quién seguir en la playa. Así pues, no extraña que se opte por la autorregulación.
La norma publicada por el DOG dice que los «usuarios das praias deberán facer un uso responsable», cumpliendo las medidas, recomendaciones y normas que se establezcan.
«Os concellos poderán establecer limitacións tanto de acceso como de capacidade das praias co fin de asegurar que se poida respectar a distancia interpersoal de seguridade entre usuarios. Para iso poderán tamén establecer límites nos tempos de permanencia nelas, así como no acceso aos aparcamentos en prol de facilitar o control da capacidade das praias», dice la norma. Y añade: «Para os efectos de calcular a capacidade máxima permitido por cada praia, considerarase que a superficie de praia que vai ocupar cada usuario será de aproximadamente catro metros cadrados», añade el DOG.
La Xunta también deja en manos de los concellos la limpieza y desinfección de las playas y recordarle a los usuarios, mediante cartelería visible y otros medios, las normas a observar y la obligación de abandonar la playa ante cualquier síntoma compatible con el covid-19.
Queja de Alfredo Llano
Más responsabilidad para los Concellos y la necesidad de tener más personal para controlar el acceso, cuando se suceden las críticas de algunos ayuntamientos por las ayudas otorgadas por la Xunta para contratar socorristas. La primera en alzar la voz fue la alcaldesa de Barreiros, Ana Ermida (BNG). Ayer lo hizo el regidor de Burela, Alfredo Llano (PSOE), concello que recibió similar ayuda que Barreiros para contratar a igual número de socorristas: seis, insuficiente para atender los arenales con bandera azul y, por supuesto, las directrices que se marcan para frenar la expansión del covid-19.
«Coas esixencias que hai pola pandemia do coronavirus e por como hai que responder ante este reto para evitar que se expanda a pandemia», que sea el año que Burela recibe menos ayuda de la Xunta para contratar socorristas indica, a juicio de Llano, el escaso interés de la administración autonómica por colaborar con los ayuntamientos.
Exigir lo imposible
Y lanzó un avisó: «Xa veremos como é a resposta dos Concellos porque non se nos pode esixir algo que non se pode cumprir. Pero miraremos como podemos facer dalgún xeito para que a xente poida acudir ás praias con sensación de seguridade, que é o que pretendemos, pero desta maneira non é moi doado acadalo».