No todo es juerga ni descanso en agosto

J. MICHELENA, M.C. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

La demanda de servicios obliga a empresas y centros mariñanos a ampliar plantilla y horarios

28 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Además de la hostelería y del comercio, existen otros sectores para los que el mes de agosto es símbolo de todo menos de descanso. Son muchos los negocios que se emplean a fondo y amplían horario y también plantilla durante este mes, considerado por muchos, el mes por excelencia de las vacaciones estivales.

En A Mariña tenemos numerosos ejemplos que lo certifican: chiringos de playa, centros educativos abiertos o empresas de servicios que concentran su actividad cuando muchos disfrutan de la playa y el mar, la montaña o la gastronomía. Seguramente se queden muchos negocios en el tintero que se empleen al máximo en estas fechas, pero los que se presentan en esta página son solo algunos ejemplos cuyos testimonios son compartidos por profesionales de otros sectores. Hay negocios que no serían exitosos o incluso ni existirían de no existir agosto y de no ser la comarca un destino vacacional. Los tiempos cambian y las necesidades laborales y familiares también. Y A Mariña no es ajena al reajuste.

«Este verano el buen tiempo no acompaña y eso afecta a este negocio»

Carmen González Canoura regenta un chiringo de golosinas y helados ubicado junto al arenal de Covas (Viveiro). Su marido y su hija le ayudan en esta tarea durante el verano. Aunque parece un trabajo muy relajado, ella reconoce que «quita bastantes horas al día». El chiringo de Carmen abrió sus puertas a primeros de junio y cerrará a finales de septiembre. En él no solo se pueden adquirir helados, sino también golosinas, bebidas, bollería...

La propietaria y dependienta del puesto, Carmen González, comenta: «No tengo un horario fijo, pero si hay un buen día de playa, lo suelo abrir de cuatro a once de la noche. También hay otros días que llueve o que no hace bueno y el puesto permanece cerrado prácticamente toda la jornada. Los horarios dependen mucho del tiempo».

Carmen muestra su descontento con el tiempo: «Este verano el buen tiempo no acompaña y eso afecta mucho a este negocio».

«En verano tenemos mucha demanda, trabajamos más de diez horas al día»

Darío Doce Varela es el propietario de la empresa de mantenimiento y montaje de piscinas que, aunque tiene su sede central en Fene, opera en las provincias de A Coruña y Lugo. En Piscinas Norgal, nombre de la empresa que regenta, el trabajo se incrementa principalmente desde mayo hasta finales del período veraniego. «En verano tenemos mucha demanda, lo que nos obliga a trabajar más de diez horas al día, pero luego el esfuerzo se ve recompensado» reconoce Darío Doce. Esta empresa centraliza prácticamente toda su actividad en las estaciones de primavera y verano, por eso en estos meses se ven obligados a aumentar la plantilla, que se duplica, y también el horario. Además, la firma no solo se encarga de la colocación de piscinas de fibra o de obra, sino también de hacer los mantenimientos, de la venta y de la disposición de accesorios para las instalaciones. Esta empresa coloca en torno a una veintena de piscinas en la temporada veraniega.

La escuela infantil que abre los doce meses del año

La escuela infantil O Bítere es de las pocas en Galicia que permanece abierta durante todo el año, julio y agosto incluidos. Esta guardería municipal abre todo el año, aunque con distintos horarios. De septiembre a junio abre sus puertas desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde, y en julio y agosto, de ocho de la mañana a seis de la tarde. Durante estos días atiende a un total de 45 niños. No todos son de Barreiros, sino que también proceden de otras localidades mariñanas como Ribadeo, Foz o Burela. Muchos padres valoran el servicio que prestan este tipo de centros, fundamentales para conciliar la vida familiar y laboral, tal y como comenta Belinda Amor, una de las ocho educadoras que trabajan en pleno verano: «Prácticamente tenemos el mismo número de niños en estos meses que el resto del año. Lo que si que se nota es que vienen más niños de fuera y de otras localidades mariñanas, pero el ambiente es muy parecido». Comenta que «las actividades y la dinámica de trabajo no varía en el período estival. No creemos que tengamos que cambiarlas. Obviamente, sí sacamos más a los niños al patio, pero también porque el tiempo nos lo permite». Este centro infantil también recibe en estos meses a los hijos de familias de fuera de Galicia que vienen a disfrutar sus vacaciones a la comarca de A Mariña. El precio del servicio que presta nunca supera los 200 euros mensuales, pero siempre depende de los ingresos económicos de las familias. Además, por si todo esto fuera poco, los niños pueden desayunar y comer en la propia guardería, ya que cuentan con una cocinera «que hace las delicias de los más pequeños», explican en el centro.