Otro robo de la banca

Alberto García UN MARIÑANO AFECTADO POR LA QUIEBRA DEL BANCO POPULAR

A MARIÑA

15 jun 2017 . Actualizado a las 07:38 h.

Increíble la noticia de que el Banco Popular se va a tomar por el final de la espalda. Bueno, realmente a tomar por ahí se van nuestros pequeños ahorros en acciones. Sí, esos que ya nos habían birlado los mismos con el rollo de las preferentes y subordinadas, esos que nos mordían mes a mes con las cláusulas suelo, esos que ya no quedan, porque nos los han ido robando poco a poco.

Pero ya se sabe, en río revuelto siempre pescan los buenos lanzadores, y para eso estaba ahí quien ha venido a decir algo así como que se lo endosaron y no es plato de buen gusto, pero se lo come y no se indigesta.

Yo he perdido algo de pasta, lo que tiene ser pobre es que no es mucha, lo que tiene no ser rico es que me duele muchísimo. Miro las noticias y veo que algunos como el grupo LuKsic, han palmado 90 milloncejos que invirtieron hace un mes, un grupo mejicano palma 550 millones, la dueña de Prosegur 800.000 …, pero seguro que les duelen muchísimo menos que mis pocos euros a mí.

Parece ser que somos 300.000 accionistas los que vamos a palmar todo, aunque con lo mentirosos que han sido los que gestionan esta entidad en todas sus líneas y escalafones, quizás no fuésemos más de trescientos o mil imbéciles. La historia tiene bemoles porque parece ser que, por que lo dice no sé quién leches en Europa, las pérdidas las asumen los accionistas. El banco que compra dice que paga un euro, y que las acciones ahora valen menos que la palabra de un político. Y eso porque sí, porque lo dijo un señor que sabe mucho, y al ministro De Guindos le parece genial no tener que rascarse el bolsillo.

Pues yo, que también tomo decisiones, decido que mi hipoteca en el hasta hoy Banco Popular, y mi póliza de crédito empresarial, contratada en el mismo garito, no las pago, porque quizá yo también tenga derecho a no poder o no querer hacer frente a mis «obligaciones a corto plazo». ¿Esas pérdidas las asumirá la cuadrilla de espabilados que dirigía el cotarro y que, por cierto, seguro que se llevan un buen fajo de billetes (parte de ellos míos) por las horas dedicadas al expolio, descalabro y tomadura de pelo en ese banco? Parece más probable que tendrán un segurito de estos que les deja cinco o seis millones por las molestias.

No me río, pero no es para menos

Cuando escribo esto no sé si quizá soñé que un día me llamaron para proponerme un acuerdo silencioso (con una estúpida cláusula de confidencialidad y todo) con el que me compensarían las pérdidas en unas acciones subordinadas que supuestamente no lo eran, pero que al final lo eran (y esto último no lo soñé). En ese río revuelto en el que creo recordar que yo no tenía la caña preparada ni era un buen lanzador, incluso me pareció que alguien me sugería denunciar al banco, porque podría recuperar el dinero. No me río, de verdad, aunque ustedes pueden hacerlo, porque no es para menos.

Esto es la banca. Los hay buenos, sobre todo en el personal que cada día se parte el lomo para echarte un cable en la empresa y que no te vayas por el agujero, yo conozco a muchos y trabajo con ellos, pero hay cada hijo de la gran (mujer de mala vida) que merece ser expuesto como hombre anuncio por el pueblo, con un cartel que diga, «yo machaqué a este, y a este, y a este….».

Yo estaba en el Galicia, se lo comió el Popular, que ahora se come el Santander, cualquier día acabo gritando «aúpa Oviedo» siendo del Sporting.

Si eran ustedes afines al Banco Popular, lo siento, nos vemos en los juzgados. Si no lo eran, cuidado, puede que otros les estén rondando.