El Burela se fue por la puerta grande

Ignacio Meitín Buján
I. MEITÍN BUJÁN LA VOZ EN GUADALAJARA

A MARIÑA

BENITO ORDOÑEZ

Tuvo al gigante Inter contra las cuerdas en una semifinal polémica por el criterio arbitral

13 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Burela-Pescados Rubén volvió a rozar la gloria en la Copa de España de fútbol sala. Se quedó a las puertas de la gran final como hace un año en Ciudad Real, pero a diferencia de entonces -le ganó el Jaén en los penaltis en la semifinal- la tropa mariñana se marchó de Guadalajara sin un solo gesto de frustración. Su reputación se vio seriamente reforzada con el triunfo sobre el Catgas Santa Coloma en los cuartos de final y la extraordinaria imagen que dejó ante el Inter Movistar en el combate para decidir el primer finalista. La sensación en las filas burelistas era de rabia por la derrota y, sobre todo, por una actuación arbitral que consideran parcial. «Sentímonos roubados», se quejaba uno de los más de 150 hinchas burelistas desplazados a la capital alcarreña.

El Inter, considerado como mejor equipo del mundo, debió hacer un esfuerzo titánico para avanzar en el torneo y estar en donde debía por presupuesto, plantilla e historial. Y no por que hubiera tenido un mal día, sino porque el Burela volvió a ofrecer un rendimiento superlativo en lo que a intensidad defensiva se refiere. Los pupilos de Daniel Ibañes se dejaron el alma en la contención, como en la eliminatoria del jueves, pero tuvieron más problemas para robar y montar transiciones porque Ricardinho, Rivillos, Rafael, Pola y demás son verdaderos especialistas en marear el balón hasta encontrar espacios cerca del área.

Las puesta en escena del cuadro naranja fue extraordinaria y le permitió tomar una buena ventaja en el electrónico que encendió las alarmas en el Inter, que por momentos perdió la paciencia y hasta el fair play. Para recuperar el terreno perdido con el golazo de Chino y el segundo de Hélder, el club más laureado de la Copa (8 títulos) recurrió a una acción de estrategia y a la magia de Ricardinho que aprovechó Rafael para devolver las tablas al luminoso.

Pero no fueron estas acciones las que dieron al partido un giro de casi 360 grados. Consumido el margen de faltas y para evitar riesgos atrás, Ibañes se inclinó por la opción del portero-jugador y Jesús Herrero, desde su área, penalizó el primer error y puso por delante a su equipo. A partir de ahí el Inter jugó más cómodo, ya no perdería la delantera y en el Burela-Pescados Rubén afloraron las dudas.

Edu sudó más en el segundo período a pesar de que cedió el testigo a Álex en el penalti que lanzó fuera Rivillos y en los dos lanzamientos desde 10 metros de Ricardinho. Paró el primero y no tuvo en la misma suerte en el segundo cuando solo restaban 43 segundos para el final.

Burela: Edu, Isi, Carlitos, Chano, Chino -quinteto inicial-, Iago Míguez, Antoñito, Bruno Petry, Iago Rodríguez y Hélder

Movistar Inter: Jesús Herrero, Ortiz, Borja, Rafael, Ricardinho -quinteto inicial-, Rivillos, Daniel, Darlan, Pola, Cardinal y Álex González

Goles: 1-0, min 8: Chino. 2-0, min 10: Hélder. 2-1, min 11: Ortiz. 2-2, min 12: Rafael. 2-3, min 16: Jesús Herrero. 2-4, min 20: Borja. 3-4, min 25: Iago Míguez. 3-5, min 33: Cardinal. 3-6, min 40: Ricardinho, de doble penalti.

Árbitros: Juan Cerda y Martínez García (Baleares). Amarillas para Edu, Chano, Bruno Petry, Chino, Rivillos y Ricardinho.

Incidencias: Gran entrada en el Pabellón Multiusos de Guadalajara. Más de 5.500 espectadores.

ElPozo Murcia, el otro finalista

ElPozo Murcia se convirtió en el segundo finalista de la XXVII Copa de España tras derrotar al Barcelona por 5-3 en un tenso e igualado partido. El equipo de Duda, al igual que Movistar Inter ante Burela, no sentenció hasta los últimos segundos del partido. La final, hoy a las 20.15 horas.

Trágico final de la primera parte

Lo reconoció Daniel Ibañes en la sala de prensa. El gol anotado por Jesús Herrero cambió la cara a un partido hasta entonces perfectamente controlado por el Burela-Pescados Rubén a pesar de que era el Inter el dominador. Con el marcador a favor los interistas son prácticamente imparables.