28 dic 2015 . Actualizado a las 13:51 h.

Llenazo hasta la bandera. Así fue el acto que tuvo como marco el salón del Conservatorio Profesional de Música de Viveiro. Todos los que asistimos comprobamos que: David es tan buena persona como tímido y humilde en su comportamiento público; su obra plástica tiene un marcado sello que le hace inconfundible, lo que resulta un síntoma de madurez artística impropia de su edad; por si había alguna duda, fuimos testigos del nacimiento de un compositor musical, con un tema que nos llegó a lo más profundo del alma, por su calidad y su textura. Es una buena noticia. A las pesimistas afirmaciones sobre la falta de compromiso con la cultura de las nuevas generaciones, David muestra, a las claras, que hay otra generación de mariñanos preocupados y ocupados con la identidad de un viejo pueblo creativo, amante de las artes, capaz de movilizar a todas las generaciones en torno a un trabajo pluridimensional, dónde se conjugan las más variadas expresiones del discurso entre obra artística y sentimientos humanos.

Veía las caras de sus padres, del director del Conservatorio, de su maestro y amigo, Lino Rico, de la juventud que le quiere y admira, de todos los artistas y escritores de esta tierra del norte, de veteranos y noveles, de la sociedad civil que se dio cita en lo que ha sido el acontecimiento cultural que ha cerrado el año 2015 en la ciudad del Landro. Tenemos a un genio entre nosotros. Y si buena es su obra, buena es la persona, que muestra su cariño con paisaje y paisanaje.

El alumno de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, no sólo recibe premios, no sólo se pasea por Europa, no sólo vuela o se baña en nuestra costa, a la que dedica un magnífico audio visual, es que posee la facultad para impregnar nuestra epidermis y hacernos sentir el orgullo de pueblo culto y creativo, que aunque trabaja en servicios o factorías, sigue apegado a eso que mi amigo Vicente Miguez denomina acertadamente, «un mar de cultura».

Volar

Dejemos volar al artista, disfrutemos con su felicitación de esta Navidad, ayudemos a su generación para que tomen el relevo de todos los que hacen el camino para promover la belleza, la historia, los símbolos creativos de la vieja Britonia.