Pequeño comercio y descuentos

ALBERTO GARCÍA, GRUPO FUTURES

A MARIÑA

10 dic 2014 . Actualizado a las 13:05 h.

La moda de los descuentos «sin más» ya se ha implantado con fuerza en nuestro país. Desde el punto de vista del consumidor, y yo también lo soy, es una oportunidad fantástica para adquirir productos rebajados, pero desde el punto de vista del pequeño comercio, que no puede competir con la vorágine comercial de los gigantes, es una faena, por no decir otra cosa.

Me explico. Es una faena porque tú, en tú pequeño comercio, no puedes ni aproximarte a esos descuentos puesto que tu beneficio porcentual no te permite hacer ese tipo de especulaciones. Hay gente que me dice, «pero hombre aunque ese día no ganes, venderás mucho y ya ganarás otro día», y yo me quedo a cuadros. Una cosa es no ganar, y otra perder, y aun en el primer caso, la cosa no tiene sentido puesto que a los empleados, arrendadores, suministradores de energía, el señor de la limpieza, etc., y al señor Montoro, les importa una leche que tu no ganes dinero, ellos cobran, (sobre todo el último). Y cuando tu masa crítica es la que es, no puedes aspirar a un posicionamiento estratégico a base de asumir pérdidas.

Hay otras connotaciones que me hacen replantearme mucho la idoneidad de aplicar este tipo de acciones, en según que sector comercial. Si tu cliente Pepe compra hoy un reloj por 2500 euros y al día siguiente tu cliente Juan lo compra por 1250 euros, creo que a uno de los dos no le hará mucha gracia, y no te cuento lo que pasará, cuando al tercer día vaya Paco, el amigo de Juan, y le digas que cuesta otra vez 2500 euros, ¡ya me imagino su cara!.

Claro está, siempre nos queda la opción de «leonino» mercado de Internet. Ahí la cosa está mas justificada. No hay cara a cara que te haga enrojecer, tu masa crítica puede aumentar en grado exponencial y tus costes pueden reducirse mucho, pero, la inversión para alcanzar este punto es grande, en desarrollo, posicionamiento, logística, etc.

Son los grandes los que hacen el agosto con esas acciones comerciales. Negocian rápeles por volumen, producto en exclusiva, descuentos asumidos por el fabricante, etc, toda una batería de medidas solo a su alcance, y permitiéndoles además licencias del tipo. «Día sin IVA», ¡toma ya!, ¿pero no está prohibido?.

En fin, no quiero que piensen que estoy en contra de este tipo de acciones comerciales, todo lo contrario, pero me gustaría que los fabricantes permitiesen a los pequeños jugar en la misma liga, o en una cercana, aportando un margen extra para poder trasladar esos descuentos a los clientes y creando acciones comerciales específicas. Pero los fabricantes ni se lo plantean, pese a ser el pequeño comercio el que defiende el producto con uñas y dientes ante sus clientes, quien arriesga apostando por sus productos, quien genera realmente empleo (de esto hablaremos otro día), y quien pone la cara día a día ante sus clientes.

Amigos y clientes, siento no poder aplicar los «increíbles» descuentos de algunos centros comerciales «que no son tontos», pero es que mi un iPhone 6 Plus que se vende en 799 euros me cuesta 790 euros. ¡Alucina vecina!