Miles de personas recordaron a sus muertos en un 1º de noviembre primaveral
02 nov 2014 . Actualizado a las 05:05 h.Costumbres tan arraigadas como el ritual de recordar a los muertos adornando sus tumbas han vuelto a llenar de vida los cementerios de A Mariña. Cumpliendo con la tradición, miles de personas acudieron a todas y cada una de las necrópolis de los quince municipios de la comarca.
Como nunca durante el resto del año, los cementerios fueron ayer punto de encuentro de familias y vecinos. Lucían como pocas veces las tumbas donde reposan los restos de quienes ya no están, seres queridos que han dejado huella en las vidas de quienes los conocieron.
Un paseo por cualquiera de las necrópolis mariñanas permitía comprobar la emoción de quienes han perdido parientes o amigos en fechas cercanas. Por lo general, contrasta con la serenidad que transmiten quienes ya han superado el inevitable duelo.
Flores, centros florales e iluminación convierten a los cementerios en un punto de encuentro donde conviven el recogimiento individual con los saludos y reencuentros con vecinos o conocidos. Viveiro y Ribadeo son dos de los muchos ejemplos de un Día de Difuntos que se caracterizó por un tiempo más propio de la primavera que del otoño. Al contrario que otros años, estos días no era necesario protegerse de la lluvia y del frío para rendir el homenaje anual a quienes ya no están entre nosotros.