Declararon más tiempo los dos guardias de seguridad que estaban de servicio el día de los incidentes que los acusados. El fiscal los tenía como piezas claves por las declaraciones que habían efectuado en su momento ante la Guardia Civil y también en el juzgado de instrucción. Según dijo, incluso reconocieron a los acusados como autores de los hechos que aparecieron marcados con círculos rojos en fotos.
Los dos vigilantes se desmarcaron por completo de las declaraciones efectuadas en su momento y ayer expresaron que habían visto el tumulto y también algunos incidentes, pero no sabían quiénes habían sido los autores. Uno de ellos, según el acusador público, incluso llegó a hacer una advertencia expresa en una de las declaraciones para reconocer a quien rajó la rueda del coche del jefe.
Los testigos dijeron que en el lugar no había luz y que no veían bien, sin embargo el fiscal les recordó que declararan que había navajas y hasta clavos.
El fiscal acorraló a los dos guardas (en la actualidad no tienen nada que ver con la empresa) y les puso de relieve sus presuntas contradicciones. Al acusador no le gustó la actitud de éstos y acabó pidiendo apertura de diligencias para determinar si con su intervención cometieron falso testimonio.