Como si de una magnífica interpretación sinfónica se tratara. El público, las gentes que aprecian el arte, la creatividad, la comunicación entre el alma del artista y la sensibilidad del observador, nos ponemos de pie en el patio de butacas de este maravilloso escenario que es A Mariña, para recibir a Don Alfonso Otero Regal, que ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artesanía, que concede el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España, a través de la Fundación Española para la Innovación de la Artesanía (Fundesarte).
Nos llena de orgullo, como gallegos, Lucenses y Mindonienses; mostrando algo que resulta coherente para los que seguimos desde hace tiempo la trayectoria de este emprendedor artista, inasequible al desaliento de los tiempos preñados de zancadillas, entre la crisis económica y la miseria humana del conocimiento.
Ahí está en Viveiro, en la parroquia de Xunqueira, en un edificio declarado Conjunto histórico artístico, todo el sueño de un hombre nacido en Nois, que disfruta entre el taller dónde da vida a piezas de uso doméstico, sorprende con objetos hermosos, mágicos, rompe esquemas con pequeñas esculturas, y nos lleva al mundo de los ensueños con sus murales.
No contento con seguir la senda del artesano, recordando que la cerámica, una vez que constituyó parte de la obra del gran genio del siglo XX, Pablo Picasso, es arte mayor, hace de su casa, punto de encuentro para la cultura, con una galería por la que desfilan colecciones que permiten ilustrarse con el presente y el pasado de las artes plásticas.
Para las gentes que tenemos el privilegio de ser sus contemporáneos, sus amigos, sus contertulios, sus compañeros por la libertad, sus hermanos; este es un gran día, por un reconocimiento más, que no es el primero, ni será el último, para alguien que está llamado a ser y estar en el Ávalon de nuestros antepasados.
Sito Otero Regal, miembro distinguido del colectivo de Os Aventados, vuelve una vez más con el triunfo de ser reconocido por su obra, por su esfuerzo en dar a conocer a través de su trabajo lo que hay en nuestra Mariña, que vive un movimiento cultural de máximo esplendor, y que una vez más requiere de la atención de las autoridades más cercanas, para darse cuenta que gentes como Sito, deben ser los auténticos motores de una oferta cultural que hagan llegar visitantes a nuestra antigua Britonia.