El comité de empresa de Ence-Navia (Ceasa) divulgó ayer un comunicado en el que denuncia el «acoso laboral indiscriminado hacia la plantilla que está ejerciendo la empresa Ence desde hace mucho tiempo». La situación es tal que el martes se convocó una asamblea de trabajadores para debatir si se convocaba una huelga y que contribuyó a tensar más la cuerda, pues el comité entiende que la empresa intentó boicotearla porque «se negó a facilitar un censo de los trabajadores, necesario a todas luces para poder realizar de manera secreta y eficiente una votación de tal calado». Lo que consideran un «intento de boicot» está en trámite de denuncia por parte del equipo jurídico de las centrales sindicales.
En su comunicado, el comité añade: «La presión insostenible a los operarios, con turnos de más de 16 horas seguidas en puestos de máxima concentración y responsabilidad, descansando solamente cuatro horas entre turno y turno, coaccionando para que no salgan a la luz bajas laborales, reduciendo puestos de trabajo, incrementando tareas, etcétera, ya ha sido denunciado reiteradamente a Inspección de Trabajo».
«Ahora, además, acometen contra nuestros legítimos derechos de voto secreto», dice el comité, quien alude al estatuto de los trabajadores, que estipula que el voto del personal debe ser libre, directo y secreto cuando se trate sobre asuntos que afecten al conjunto de los trabajadores.
Finalmente, la asamblea del martes se celebró. En ella se iba a debatir si se convocaba una huelga de un par de días, pero el asunto quedó sobre la mesa, pues la empresa accedió a reunirse con una comisión para analizar la situación laboral, en especial de la plantilla. La asamblea para analizar los acuerdos alcanzados y si se convoca huelga será a finales de julio.