Quejas de las tripulaciones porque no pueden ver el Mundial en el mar

Xavier Lombardero LA VOZ/REDACCIÓN.

A MARIÑA

Pescadores del litoral aseguran que la señal de Televisión Digital Terrestre ha perdido alcance respecto a la analógica, como ya ocurrió con los teléfonos móviles

16 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La cobertura de TDT sigue con zonas de sombra y estas no se encuentran solo en la profundidad de los valles del interior. Hay marineros que se quejan de la mala o nula recepción de la señal, según naveguen frente a algunas zonas de costa. En el cambio de la señal analógica a la digital han perdido alcance de la misma forma que ocurrió con el paso de los teléfonos móviles analógicos (aquellos Moviline) a los digitales. Algunos técnicos aseguran que la solución es resintonizar las antenas y modernizar la instalación de televisión a bordo, pero reconocen que todavía los emisores se solapan unos a otros entrando a destiempo, y que se produce mucha saturación o errores en la señal que reciben los barcos, según donde naveguen o atraquen. Jose Pino, patrón de un moderno arrastrero de litoral con base en Celeiro, confirma el problema de muchos barcos e ironiza sobre la TDT: «O se ve, o no se ve». Antes la veían incluso faenando a 40 millas de la costa e incluso trampeaban con mal tiempo y tenían señal, aunque fuera defectuosa, con «niebla» en la pantalla. «Agora temos problemas para coller as cadenas incluso a 20 millas, e depende do cacho de costa onde estea o emisor. Parece que teremos que meter unha antena vía satélite, como cando estabamos nas Malvinas», lamenta. Las tripulaciones quieren ver con calidad el mundial de fútbol. Frente a puertos antes bien surtidos de señal, como Gijón, donde también había señal por Avilés u Oviedo, ahora tienen muchos problemas para captar la TDT. «Nosoutros vamos trampeando, mellor coas antigas televisións de tubo que coas planas que traen o sintonizador incorporado. Polo xeral, na nosa costa -trabaja desde el litoral asturiano hasta la altura de A Coruña-, pillamos mellor Televisión Española, Tele 5 e Antena 3, non; e a Televisión de Galicia é das que máis mal se reciben», añade. Les ocurrió con los móviles analógicos, que tenían una amplia cobertura a muchas millas de la costa mar adentro y eran muy útiles en caso de socorro o salvamento. Con la llegada del móvil digital han tenido que incorporar teléfonos vía satélite y recurrir al UHF para llamar al servicio marítimo costero, algo que no era muy usual entre los barcos del litoral, según comenta Pino. Higinio, técnico instalador de Burela, de la empresa Televexo, reconoce que la señal de la TDT es quisquillosa. En los barcos de altura suele haber instaladas antenas parabólicas que filtra las bandas cortadas pero la señal radiante de la nueva televisión puede dar problemas si entra con desfase desde varios repetidores. «Ás veces, atracados ó muelle, pódelles entrar o repetidor de Burela, o do Mondigo, o moi potente de Boal... por iso deben ter nos barcos un sistema de TDT que discrimine ecos, senón pixela seguido». Antes con las diversas torres de emisión analógicas no ocurría. Antenas terrestres Bastantes barcos siguen con antenas terrestres, que necesitan una muy buena orientación, y hay que añadir los problemas del movimiento, cuanto se encuentran en navegación. «Eu recoméndolles que, se non teñen antena marinizada, resintonicen, porque ás veces andan argallando nos reemisores. O sinal de TDT por baixo de 45 decibelios non se ve, e por encima de 70, satura. Nalgunhas lanchas tamén deberían comprobar a instalación porque o ambiente mariño prexudica moito os empalmes feitos á presa. Deben ter un cable directo á antena para cada televisión a bordo», indica. Sombra en la montaña A día de hoy tampoco se han solucionado por completo los problemas para que casas situadas en valles profundos reciban la TDT en condiciones de igualdad. En la primera línea montañosa cerca de la costa, en el Xistral, dan fe de esto. En la parroquia de O Cadramón (O Valadouro), por ejemplo, hay casas que han resuelto el problema y otras siguen en precario. Una vecina confirma por teléfono que en su casa del lugar de Andamil apenas puede ver La Primera y La 2, pese a que compró los decodificadores y un técnico reorientó la antena. Tiene noticias de que otros vecinos ya resolvieron el problema a través del Ayuntamiento. «Habere», dice ella. Otro vecino de Quituelo en O Cadramón, asegura que los cortes en la recepción de muchos canales, son habituales. «En Liñarega, Liñeira ou en Loureiro tamén teñen moitos problemas. Viñeron os técnicos e algo mellor se ve a través do emisor de Asturias que non polo que temos aquí cerca no alto da montaña», comenta Ángel Daura. A veces la cosa se arregla con un minitransmisor, como les sucedió en Robledo de Donís y otros pueblos de Ancares que llevaban décadas con un servicio de televisión muy deficiente. Ahora con la TDT ha quedado resuelto pero aún quedan lugares con zonas de sombra. Hay que recordar que, en una respuesta parlamentaria al diputado nacionalista Francisco Jorquera, el Gobierno se comprometía a cubrir esas zonas de sombra de TDT por satélite, aunque no se fijaban plazos. Jorquera decía a finales de marzo que un 2% de los lucenses, unas 7.000 personas, podría tener problemas para sintonizar la televisión digital y reclamaba que el Ministerio de Industria habilitase ayudas para la instalación de antenas vía satélite. «Hai que ter en conta que a instalación básica, que inclúe a antena parabólica, o receptor de satélite e a man de obra pode subir até os 300 euros, moito máis caro que o servizo de TDT. Para moitas economías familiares, e especialmente para persoas con pensións mínimas, supón un gasto moi importante, a parte do feito de que os residentes nas zonas de sombra non son responsables de non teren cobertura.