Ribadeo, como una moto

La Voz

A MARIÑA

El Motoclub Alcorte se presentó ayer, mientras en Vegadeo se concentraban coches clásicos y deportivos

04 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El de ayer fue una jornada, nunca mejor dicho, sobre ruedas, tanto en el Occidente astur como en A Mariña.

Por un lado, el Motoclub Alcorte se presentó ayer en Ribadeo, con Alberto Moledo como presidente, Toyma como vicepresidente, José Ángel Fernández Díaz como secretario, Fernando Gayoso como tesorero y vocales. Alcorte hizo un calendario que se pondrá a la venta a ocho euros para recaudar fondos y prepara una concentración, previsiblemente en el mes de junio. Hoy, domingo, unos 70 harán una ruta entre Ribadeo, San Tirso, Trabada, Lourenzá, Mondoñedo, Ferreira, Cangas y Ribadeo, de más de cien kilómetros.

El fin de Alcorte es incentivar la imagen de la moto como disfrute y salir de la rutina, además de dar a conocer el mundo de la moto y que «quien quiera correr que vaya a un circuito», señala Moledo. Los interesados en hacerse socios pueden ponerse en contacto en el 699 078 084. Tienen 35 socios.

A pocos kilómetros y al otro lado del Eo se celebraba también en la jornada de ayer la segunda concentración de coches clásicos y deportivos. Fue en Vegadeo. Desde allí los participantes realizaron la ruta Oscos-Eo y de la cuenca del Alto Navia.

Participaron 53 vehículos clásicos y deportivos de Coruña, País Vasco, toda Asturias y Lugo. Los más antiguos fueron dos coches de finales de los años 50, un Jaguar XK140 y un Chevrolet Corvete, dos auténticas joyas del automovilismo. «Hay coches que hace mucho que no rodaban y otros que en su época eran casi inalcanzables. Aquí tenemos la oportunidad de ver coches que sólo se ven en revistas», destacó Jairo García, el presidente del Automóvil club Vegadeo, con unos 70 socios. En la edición del año pasado participaron 35 vehículos, lo que demuestra que la cita veigueña se va consolidando.

En ella se entregaron premios al coche más antiguo y al de mayor distinción. Son reliquias, vehículos que no tienen valor o en los que este es incalculable. ¡Y que parecen nuevos!