Durante el espectáculo el mago hizo desaparecer al voluntario, elegido al azar entre el público, quien no regresó al escenario. Al cabo de un mes del suceso hallaron el móvil del espectador en una cala del cabo de Estai, cerca de Vigo. Seis meses transcurridos desde el show de magia encontraron al desaparecido en una lancha salvavidas en medio del Triángulo de las Bermudas.
En un discurso confuso y delirante sostuvo haberse despertado en la Atlántida, un continente que era una oficina infinita de objetos perdidos; allí guardaban almacenadas y etiquetadas, entre otras cosas, los enseres que se pierden en las mudanzas, los paraguas extraviados, los libros prestados y no devueltos, los suspiros de los amantes y los calcetines que desaparecen en el interior de los insondables tambores de las lavadoras. De cómo había terminado en la balsa, no recordaba nada.
Héctor Daniel Oliveira. Conserje. 56 años. Barcelona.