Las autocaravanas son una forma de viaje cada vez más frecuente
04 ago 2021 . Actualizado a las 11:18 h.Turismo a pesar de todo. Así podríamos definir una temporada alta llena de altibajos y baches, donde la hostelería y el turismo no terminan de levantar cabeza. Ante estos tiempos de incertidumbre, las alternativas más insólitas cogen carrerilla frente al típico modelo hotel-piscina. Y una de estas formas de viajar es la autocaravana, una apuesta por la independencia y los «viajes burbuja» que se presenta como una de las reinas indiscutibles del verano.
Tristemente, es difícil contabilizar de forma exacta sus cifras. «Es la única forma de turismo que no se controla» relata Manuel Fernández-Arruty, presidente de la Asociación Galega de Autocaravanas. «Pero aunque no contemos con datos exactos, es indiscutible que cada vez se ven más».
Iria Asorey, gerente del camping As Cancelas, coincide plenamente con esta opinión. «Es una opción al alza», relata.
Aunque la pandemia supuso un inevitable freno del que aún ahora no se termina de salir, este sector no se ha visto tan mermado en comparación con otras formas de viajar. Y es que en Galicia gustan mucho estos bólidos, tanto entre los propios vecinos como entre los turistas que llegan. «La asociación gallega es la que más socios tiene de toda España», informa Arruty.
«Antes encuadrábamos mucho al turista de caravana como muy familiar», señala Asorey. «A parejas con hijos, y perfiles similares. Pero con el tema de la pandemia, hay mucha gente que está probando este tipo de viajes».
Sin lugar a dudas, la independencia y la libertad de movimiento son los dos pilares fundamentales que suelen motivar la decisión de planear un viaje de estas características. «Una autocaravana no es barata, ni tampoco es especialmente cómoda. Es un estilo de vida, un viaje muy característico», relata Asorey.
El presidente de la AGA considera que el crecimiento del conocido como caravaning viene incluso de antes de la entrada del covid. «En los años anteriores al confinamiento, el nivel de crecimiento se situaba en un 30 % aproximadamente», relata. «Cada vez se conoce más, se van sabiendo las ventajas, las libertades... Va cogiendo un poco de fama».
Hacia rutas salvajes
Al más puro estilo de la novela de John Krakauer; así resume Arruty las ventajas de un tipo de viaje «libre, si ataduras ni previsiones».
«En estos tiempos, tener la posibilidad de marcharte sin necesidad de planificación, con posibilidad de cambiar de planes a última hora o de modificar la ruta, es algo muy positivo», señala. Misma opinión mantiene la gerente del camping santiagués. «Hasta nosotros llegan viajeros de ultimísima hora, sin planificación, que igual han llegado de rebote o por una idea repentina», afirma. «Y creo que a día de hoy, eso se valora mucho más que antes».
Ante la pregunta de qué zona de Galicia es la perfecta para dirigirse con este tipo de vehículos, Arruty es claro. «Toda Galicia es perfecta. No solo la costa, también el interior. Tenemos verdaderas joyas en nuestra tierra».
«Vivir a cincuenta metros de la playa, eso no hay dinero que lo pague»
En el mundo de la caravana, los hay novatos recién estrenados, y los hay más expertos y ya con recorrido. A este último grupo pertenece Iván, quien acude todos los años con su familia al mismo camping de la zona de las Rías Baixas, donde tienen afincada su caravana y cuentan con una parcela de la que disfrutan durante sus vacaciones.
Tras muchos veranos acudiendo a diferentes campings de la zona, se decidieron finalmente a comprar un vehículo propio con el que contar durante sus vacaciones, y al que sacarle el máximo partido.
«Para nosotros lo principal es la sensación de que este espacio es nuestro», explica sobre la decisión de adquirir la autocaravana. «Quizás haya otras formas de viajar que sean más cómodas o espaciosas, pero no son propias. Nosotros tenemos aquí todo lo que necesitamos, a nuestro gusto, durante el tiempo que queramos».
Toda una comunidad
«Una de las cosas que más disfrutamos es el buen ambiente que hay entre todos los que estamos aquí», comenta Iván. «Todos los campistas nos conocemos, nos llevamos bien, e incluso hacemos piña».
«El ambiente es muy bueno, y eso es muy agradable. Pero la propia situación también es justo lo que buscábamos. Nosotros vivimos en un piso en Pontevedra, y poder vivir a cincuenta metros de la playa durante unas semanas... Es algo que esperamos con muchísimas ganas durante todo el año», explica. «No hay dinero que lo pague».
Frente a otras opciones, la de la autocaravana es la que más factible se les presentó. «No necesitábamos mucho espacio, con estar cerca de la costa nos era suficiente», explica. «Y con esto estamos más que cómodos».