En Galicia hay 141 arenales donde está prohibido fumar. Pero no siempre se cumple

J. H. Rodríguez
R.r.

Ya hace dos años que la playa de Melide (Cangas do Morrazo) está adherida a la Rede galega de praias sen fume, pero, al igual que el cartel de la campaña de la Xunta, las colillas siguen en la arena volviéndose amarillas por la luz del Sol.

Ni el servicio de socorrismo, ni la Guardia Civil tienen orden de perseguir a las personas que deciden fumar en los arenales gallegos señalizados a su entrada con un gran cigarrillo tachado con una línea roja.

Con el paso de los años, los socorristas han notado que cada vez más los fumadores y fumadoras van a la playa con su cenicero portátil, pero el problema de las colillas del tabaco tiradas en la arena está todavía muy lejos de solucionarse. Y es que desde la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia reconocen que aunque fuese su trabajo, «sería imposible vigilar los pitillos que se fuma cada bañista».

La realidad es que la campaña del Sergas ha llegado más a los concellos que a las propias playas. Desde el principio la Xunta propuso esta iniciativa con «un fin educativo e de sensibilización social», pero la terminología utilizada para difundir la información ha creado confusión, especialmente entre aquellos habituales de la toalla y la sombrilla.

 

La prohibición de un hábito suele generar enfrentamiento en la opinión pública, pero para aclararlo, la Consellería de Sanidade puntualiza que, pese a que no se puede fumar en los arenales, «non existe vixilancia, nin sanción para o incumprimento». Esto quiere decir que apelan a la responsabilidad personal de cada fumador para «conseguir así a participación activa da sociedade».

Los concellos más implicados

Este verano, la campaña de concienciación de Praias sen Fume abarca ya 64 concellos y 141 playas de todo el territorio, 29 de ellas, fluviales.

Con un total de 10 playas bajo el distintivo de esta iniciativa, la veraniega villa de Sanxenxo lidera la lista de concellos con más arenales sin humo de toda Galicia. Según confirmaron fuentes municipales, «soamente é unha recomendación, pero non hai ningunha prohibición se alguén decide facelo».

Aún así la primera iniciativa que surgió en esta dirección fue en 2012 gracias al Concello de Baiona, que etiquetó la primera playa sin humo de toda Galicia y que llamó, entonces, la atención de varios medios de comunicación de todo el Estado.

Después de cuatro años de sensibilización, tras la buena acogida de los visitantes de la playa de la Ribeira y la participación ciudadana, la Xunta decidió exportar el modelo a toda Galicia creando esta red de promoción de una vida saludable.

Un modelo exportado

Aun así, el entonces alcalde de Baiona y ahora conselleiro, Jesús Vázquez Almuiña, contaba que se había inspirado en el modelo de Nueva York que en aquel momento ya había prohibido el consumo de tabaco, tanto en playas, como en parques de la ciudad.

La iniciativa está teniendo buena acogida entre las administraciones de todo el Estado. De hecho, otras regiones de España están prestando atención a este modelo que está triunfando en Galicia. La Región de Murcia le ha solicitado a la Consellería de Sanidade toda la información de la que dispone para empezar a trabajar en la misma línea que comenzó a trazar en el 2012 Baiona y así poder implantar también su propia red.

«Ni socorristas, ni Guardia Civil tienen orden de sancionar a las personas que decidan fumar»

En esa línea, más concienciadora que persecutoria, la Consellería de Sanidade ha decidido entregar dos tipos de honores a los ayuntamientos con mayor porcentaje de playas adscritas a la campaña. Los municipios de Baiona, Vilaboa, A Guarda y Cerdedo-Cotobade, Corcubión, Rianxo, Barreiros, Noia, Vilaboa, Dumbría y Cabana de Bergantiños ya tienen en su posesión el distintivo de oro, que acredita que la totalidad de sus arenales tienen la señalización de la iniciativa. Con la distinción de plata, otros 13 concellos cuentan este año con al menos la mitad de sus arenales restringidos a los adictos al tabaco.

Desde Baiona para toda la península

Aunque el municipio del Val Miñor fue el primero que en el 2012 arrancó la iniciativa de Praias sen fume, en apenas siete años el modelo ya se ha extendido por toda Galicia y está en el punto de mira de otras comunidades autónomas. La Región de Murcia ya le ha solicitado a la Xunta toda la información que esté a su alcance para comenzar a trabajar en esa dirección.