Advierte a los burócratas que los intentos por frenar las reformas económicas serán inútiles
03 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El presidente cubano, Raúl Castro, arremetió ayer contra las resistencias que frenan las reformas de apertura económica en Cuba y anunció facilidades para los viajes al exterior, en la sesión en que la Asamblea Nacional aprobó de madrugada el plan de ajustes para reactivar la maltrecha economía de estilo soviético ratificado por el Partido Comunista en abril.
El gobernante no precisó en qué consistirá la «actualización» de la política migratoria, que establece severas restricciones a los viajes de los cubanos desde y hacia la isla, pero afirmó que buscará adaptarse a «las condiciones del presente y el futuro previsible». No obstante, aclaró que la nueva regulación defenderá a la revolución de «los planes injerecistas» de Estados Unidos e incluirá medidas para evitar el «robo de talentos que practican las naciones poderosas». «Hoy, los emigrados cubanos, en su aplastante mayoría, lo son por razones económicas», afirmó, descartando los motivos políticos.
Ante los más de 600 diputados, Castro dijo que el «mayor obstáculo» que afrontan las reformas es «la barrera psicológica» formada por «la inercia, inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia y la insensibilidad». Y advirtió que toda «resistencia burocrática será inútil».
«Más de una vez hemos dicho que nuestro peor enemigo no es el imperialismo [...], sino nuestros propios errores», subrayó en su discurso, retransmitido en diferido al país. El plan incluye la apertura al sector privado, atracción de inversión extranjera, autonomía empresarial, impulso a la agricultura, reducción de un millón de empleos públicos para disminuir la burocracia y eliminación de subsidios.