El Gobierno cubano acusó ayer al estadounidense de aprovechar la visita de sus políticos, quienes viajaron para analizar problemas migratorios, para realizar actos de «provocación, ofensa, injerencia y apoyo a la subversión».
«La delegación norteamericana convocó a decenas de sus mercenarios», indicó la Cancillería cubana en un comunicado. En él se alude al encuentro de la delegación liderada por Craig Kelly, el subsecretario de Estado adjunto para asuntos del hemisferio occidental y funcionario de mayor jerarquía que viaja a Cuba en varios años, con disidentes que tuvo lugar el viernes. «Estábamos como 40 de nosotros», confirmó el activista Elizardo Sánchez. Entre ellos, Martha Beatriz Roque, Vladimiro Roca, Félix Bonne, Oswaldo Payá y esposas de opositores presos. El texto cubano añade que, se había advertido a Kelly sobre el rechazo a «un evento provocador» de este tipo.