Los presidentes de China, Hu Jintao, y Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, inauguraron ayer el tramo kazajo del conocido ya como gasoducto del siglo que transportará gas centroasiático hasta la costa pacífica china. La apertura del grifo del ramal kazajo, que tendrá dos conductos paralelos de 650 kilómetros cada uno, se celebró en el sur de ese país bañado por el mar Caspio.
El gas circulará por Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajistán y el gigante asiático hasta la región china occidental de Xinjiang y de ahí a Shanghái y la región suroriental de Guangdong (Cantón), vecina de Hong Kong.
El conducto, cuyo coste está estimado en 20.000 millones de dólares y empezó a construirse en el 2007, transcurrirá 200 kilómetros por territorio turkmeno, 550 por suelo uzbeko, 1.304,5 por Kazajistán y unos 8.000 kilómetros por China. El gasoducto trasegará en un principio 4.500 millones de metros cúbicos anuales y no alcanzará su pleno rendimiento, 40.000 millones de metros cúbicos al año, hasta el 2013. Del total, 30.000 millones de metros cúbicos serán exportados a China y 10.000 millones se destinarán a las necesidades de los países de tránsito.
Las autoridades chinas consideran que el aumento del consumo de gas natural permitirá reducir el uso de minerales y energías contaminantes, como el carbón. China, uno de los mayores importadores mundiales de petróleo y gas, considera a Asia Central la principal alternativa a la inestable región de Oriente Medio, de la que recibe más de la mitad de sus necesidades energéticas.