La alianza de la derecha uruguaya puede dificultar el triunfo del izquierdista Mujica en la segunda vuelta

Freddy Bernárdez

INTERNACIONAL

27 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los uruguayos volverán a las urnas dentro de un mes, el 29 de noviembre y, aunque el oficialista Frente Amplio, José Mujica, aventaja de salida a su rival, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, la alianza entre las fuerzas de la oposición puede ponérselo difícil al ex guerrillero tupamaro.

Con casi todos los sufragios escrutados, Mujica fue el más votado, con un 48,16%, en los comicios del domingo, frente al neoliberal Partido Nacional de Lacalle, con un 28,94%. El también opositor Partido Colorado, de centroderecha, obtuvo un 16,90%.

Por lo que respecta a la segunda vuelta electoral, y aunque Mujica aventaja de salida a Lacalle, el anuncio hecho por el Partido Colorado de dar su apoyo al Partido Nacional puede hacer virar el resultado.

Amnistía a los represores

El domingo, junto a los comicios presidenciales y legislativos, se realizó un plebiscito para anular la denominada Ley de Caducidad.

Por segunda vez en 20 años los uruguayos ratificaron la vigencia de la ley que evitó juzgar a los responsables de las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura (1973-85), en clara señal de querer dar vuelta una de sus páginas más oscuras, según analistas.

«Evidentemente, en la ciudadanía uruguaya no hay voluntad de sacar la ley 20 años después», subrayó Jaime Yaffé, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de la República.

Según el Tribunal Electoral, la iniciativa apoyada por la izquierda recibió un 47,36% de los votos, cuando necesitaba más del 50% para su aprobación.

Durante el actual Gobierno de Tabaré Vázquez y en el marco de dicha norma, fueron condenados 10 ex militares y policías -entre ellos el ex dictador Gregorio Álvarez (1981-85)- a penas de 20 a 25 años de prisión por violaciones de los derechos humanos, y procesado el ex dictador Juan María Bordaberry (1973-76). La ley fue votada por el Parlamento en diciembre de 1986, y ratificada en un primer plebiscito en abril de 1989.

Tampoco prosperó el régimen de voto epistolar, la otra propuesta que se sometió a plebiscito, y que solo podía ser aprobada si la votaban más de un 50% de los electores. Por esta iniciativa, los uruguayos residentes en el exterior, unos 500.000 frente a una población de 3,3 millones, podrían votar por correspondencia. Pero solo un 36,9% avalaron esta opción.