Nueve ministros ingleses pagaron asesores fiscales con dinero público

Imanol Allende

INTERNACIONAL

El Gobierno británico perdió tres discos con información muy confidencial de 500 soldados.

26 may 2009 . Actualizado a las 09:40 h.

Los británicos continuaban ayer asombrados por las revelaciones sobre los abusos cometidos por sus políticos con el erario público y se preguntaban cuánto tiempo más seguirán desayunándose con los actos corruptos de sus señorías. Ayer tocaba el turno, una vez más, a los ministros de Gordon Brown, identificados por el rotativo The Daily Telegraph en otra pifia. Según este periódico, hasta nueve ministros pagaron a sus asesores fiscales con dinero público destinado a la gestión de sus oficinas en Westminster y en sus circunscripciones.

Entre los ministros se encuentra el de Economía, Alistair Darling; la polémica ministra para las Comunidades, Hazel Blears; el de Exteriores, David Miliband, y la del Interior, Jacqui Smith. El ministro del Tesoro ha afirmado que contrató a un asesor para asegurarse de que pagaba «la cantidad exacta correspondiente a los gastos de su oficina». Pero según las reglas de la hacienda británica, la mayoría de los ciudadanos no pueden reclamar el coste de un contable que les ayuda a hacer la declaración como gasto de empresa. En dos años, Darling ha reclamado el reembolso de unos 1.600 euros por gastos de contabilidad.

La viceprimera ministra Harriet Harman pasó como gasto casi 12.000 euros de coste por contratar los servicios de una asesora mediática, Scarlett MccGwire.

Muchos de estos ministros pasaban como gastos de oficina la compra de objetos que poco o nada tenían que ver con sus trabajos. Por ejemplo, la ministra Smith pasó como gasto los alrededor de 260 euros que costó un iPhone para su marido, que es a su vez su asistente en Westminster. También fue ella la que pasó como gasto el coste de una película pornográfica que su marido compró en un canal por satélite. El ministro de Educación, Ed Balls, intentó pasar como gasto el coste de dos coronas de amapolas, aunque fue rechazado. Ocho ministros, entre ellos Blears, presentaron facturas por la compra de máquinas fotográficas digitales y de vídeo.

Otros dos parlamentarios abandonarán sus escaños en las próximas elecciones (se unen a dos laboristas, cuatro tories y el presidente de los Comunes). Son los conservadores sir Nicholas Winterton y su esposa Ann, conocidos como señor y señora gastos. Sus desmanes con el erario público, superiores a los 150.000 euros, fueron calificados por David Cameron, líder tory, como indefendibles.

El sistema electoral

Por otro lado, el ministro de Sanidad, Alan Johnson, puso contra la pared al premier pidiendo públicamente un referendo que se celebraría el día de las elecciones europeas y municipales, para modificar el sistema electoral británico. Johnson propone dos alternativas, el sistema actual, donde se elige a un diputado en cada circunscripción y gana el que más votos tiene, y un sistema mixto entre el actual y la representación proporcional, donde los partidos obtienen escaños según su porcentaje de votos.

Por último, los británicos vivieron ayer otro escándalo, este en el seno de las Fuerzas Armadas. Según The Guardian , el pasado mes de noviembre desaparecieron tres discos con información muy confidencial sobre 500 soldados de la RAF. Entre la información había datos sobre consumo de drogas, relaciones extramatrimoniales y uso de prostitutas. Ahora, las autoridades temen que la información pueda ser utilizada para hacer chantaje a los soldados.