Las continuas protestas laborales que está afrontando el Gobierno de Chávez tenderán a agudizarse en los próximos días, según estima Manuel Cova, secretario de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la central sindical más importante del país. Y es que el 80% de los convenios colectivos de empresas y organismos públicos están vencidos en momentos en los que, pasada la bonanza petrolera (que llevó los precios del hidrocarburo a más de cien euros por barril), el Estado no tiene recursos para asumir las demandas, señala Cova. Por el lado de la economía privada, las cosas no marchan mejor. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que Venezuela tendrá la segunda mayor recesión de este año (2,7% de contracción en el producto interno bruto) y la mayor caída de su PIB en el 2010 (1,6%) en comparación con el resto de Latinoamérica. Al tiempo, tendrá la mayor inflación de la región (35% este año y 46% para el que viene). Esto, en un panorama en el que la inversión es ahuyentada, denuncia la patronal Fedecámaras, por leyes como la de protección al consumidor, que se está reformando para permitir al Estado expropiar rápidamente cualquier empresa ante denuncias de especulación o acaparamiento.
Robert Bottome, presidente de la consultora Veneconomía, indica que «la recesión es ya un hecho» y que tenderá a agravar la crónica escasez que padecen los venezolanos desde el 2006, debida al control de cambios que ha fijado el precio del bolívar en 2,15 por dólar desde hace seis años. Según la Asociación de Supermercados y Afines, la variedad de productos se ha contraído un 50% este año, y en cuanto a medicinas, el índice de escasez ya supera el 20%.