Condenada a ocho meses una activista que se coló en la instalación y fue descubierta haciendo muecas ante una cámara
29 mar 2009 . Actualizado a las 03:00 h.Anja Hermans contó en el juicio que no le había costado demasiado trabajo saltar la valla oxidada de metal y colarse en las instalaciones de la central de Doel, en Amberes, a unos sesenta kilómetros de Bruselas. De hecho lo hizo una docena de veces durante la misma noche, y si la pillaron fue porque ella quiso. Al final, como nadie advertía su presencia, se acercó a una cámara y empezó a hacer muecas. Era la única forma de que los guardias se dieran cuenta de que había una intrusa burlándose de ellos a escasos metros del edificio donde se almacena el combustible nuclear.
Un juez la ha condenado ahora a ocho meses de cárcel, a pagar 1.100 euros de multa y a mantenerse alejada de por vida de la central de Doel, una de las siete que hay en Bélgica y que proporcionan al país cerca del 60% de la electricidad que consume.
En la sentencia, el magistrado la acusa de haber actuado con una «forma maliciosa de conducta inapropiada», aunque Anja asegura que si saltó la valla fue para demostrar las gravísimas carencias del sistema de seguridad. «Si una persona como yo puede entrar tantas veces durante una hora, es que algo no funciona bien», declaró durante la vista oral.
Argumentos
La falta de seguridad en las plantas nucleares es uno de los argumentos más repetidos por quienes se oponen a ese tipo de energía, al contrario de quienes la defienden. Estos últimos, encabezados por el lobby de las eléctricas, aseguran que las centrales son limpias, ecológicas y baratas, y, sobre todo, que los riesgos son mínimos y que todo está controlado.
Si el debate fuera un partido de fútbol, se podría decir que en los últimos minutos los pronucleares han marcado varios goles. Suecia e Italia han anunciado que pondrán fin a la moratoria que sus ciudadanos decidieron en referendo, mientras el Reino Unido, que cuenta con varias plantas pero que había paralizado la construcción de otras nuevas, ha pactado con Francia lanzar una nueva generación de reactores.
En Bélgica también hay un plan que contempla no conceder más licencias e ir cerrando progresivamente las centrales existentes. Y hay quien cree que el proceso esconde una drástica reducción de costes, incluidos los de seguridad. Al menos, eso dice un informe encargado por la agencia belga de control nuclear.
Animales
Anja va a tener que cumplir en la cárcel sus ocho meses de condena, pues no es la primera vez que tiene problemas con la Justicia. En los noventa se hizo famosa a la cabeza del Frente de Liberación Animal, que quemó varios restaurantes de comida rápida para denunciar las condiciones en las que las grandes multinacionales transportan y sacrifican el ganado.
En su juicio por entrar en Doel, el fiscal tuvo en cuenta esos antecedentes, y la acusó de tener un comportamiento «obstinado y anormal». «A lo mejor es que no encajo en esa fábrica de hacer salchichas en la que se ha convertido la sociedad», le respondió ella.