Rusia planea desplegar una fuerza militar en el Ártico

Agencias

INTERNACIONAL

28 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Rusia planea establecer una fuerza militar especial en el Ártico, como parte de una amplia estrategia para hacer de esa región -rica en hidrocarburos y codiciada por muchos países- la principal base de recursos energéticos para el año 2020.

Esta estrategia fue aprobada por el presidente Dmitri Medvédev el 18 de septiembre del 2008 y divulgada ayer en la pagina web del Consejo de Seguridad de Rusia. El despliegue incluye unidades militares y de su servicio de Seguridad (FSB, ex KGB). «Es necesario crear unidades militares [...] en la zona del Ártico de la Federación Rusa, para asegurar su seguridad militar», en tanto que el FSB debe hacerse cargo de «la vigilancia de las costas», explica el documento Fundamentos de la política estatal de Rusia en el Ártico .

«El Polo Norte se está convirtiendo en un punto caliente», sostiene en su edición de este viernes el diario ruso Kommersant . El Consejo de Seguridad rechazó, sin embargo, esa interpretación. «No se trata de militarizar el Ártico» sino de una estrategia que apunta a «defender los intereses nacionales» rusos, según informó el Consejo.

Moscú espera «usar la zona del Ártico [...] como base estratégica de recursos», para satisfacer sus necesidades en «hidrocarburos, recursos biológicos, agua y todo tipo de materias primas estratégicas», afirma el documento publicado en Internet.

Intereses encontrados

Rusia reclama la extensión de su zona económica en el Ártico, pero ese reclamo topa con los intereses de los otros cuatro países que lindan con el Polo Norte: Estados Unidos (Alaska), Canadá, Dinamarca (a través de Groenlandia) y Noruega. Según diversos estudios, el cambio climático permitirá una explotación del Ártico y su uso para la navegación. Los expertos pronostican que la capa de hielo de verano podría derretirse por completo antes de que termine el siglo.

En el 2007, Rusia llevó a cabo una acción espectacular, colocando su bandera a unos 4.000 metros de profundidad en el lecho marino del océano Glacial Ártico para respaldar sus reivindicaciones.