El Senado argentino se disponía ayer a convertir en ley el proyecto que adelanta cuatro meses, al 28 de junio, las elecciones legislativas, con el argumento esgrimido por el Gobierno de deslindar la campaña de las tensiones por la crisis.
El bloque del gubernamental peronismo se mostró confiado en reunir con el apoyo de aliados una mayoría de 42 sufragios, cinco más de los necesarios para sancionar la inciativa, aprobada la semana pasada en la Cámara de Diputados, pese al rechazo de casi todo el arco opositor.
«El Senado va a ratificar la fecha del 28 de junio para los comicios», aseguró Miguel Angel Pichetto, jefe del mayoritario bloque oficialista. En las elecciones se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, en mitad del mandato de Cristina Fernández.
«El oficialismo tiene los votos para aprobar la ley», reconoció antes de iniciarse la sesión Ernesto Sanz, jefe del bloque opositor de la Unión Cívica Radical. La UCR concretó una alianza con la Coalición Cívica y sectores del socialismo, mientras otro frente opositor gira alrededor del alcalde bonaerense, el derechista Mauricio Macri, y peronistas disidentes de la provincia de Buenos Aires.