Israel se prepara para virar a la derecha

Manuela Araújo

INTERNACIONAL

Los votantes indecisos, un 20%, determinarán el martes en las urnas quién es el nuevo primer ministro entre Netanyahu y Livni, aunque estos no podrán gobernar solos

08 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Dos candidatos que ya han demostrado que son malos primeros ministros y una tercera que no tiene la fuerza para serlo». Así de contundente y desilusionado se muestra Sam, un taxista de Jerusalén que ayer, tres días antes de los comicios, todavía engrosaba las filas del 20% de votantes indecisos. Ni el líder del Likud, Benjamin Netanyahu, ni el laborista Ehud Barak, ni la abanderada de Kadima, Tzipi Livni, prometen cambios reales, ni se distinguen significativamente en sus políticas, según creen Sam y buena parte de sus conciudadanos.

Durante las campañas se cruzan duros ataques, pero todos saben que, como siempre, después de que se recuenten los votos tendrán que sentarse a negociar y ceder hasta formar un gobierno de coalición. Las peculiaridades del sistema israelí, que permite la entrada de un gran número de fuerzas en el Parlamento, así lo determinan. «Y además esa coalición no durará mucho, aquí nunca se cumple una legislatura, dentro de dos años habrá elecciones», se lamenta Sam, quien recuerda que los comicios son un gasto de tiempo y dinero que no van en beneficio de la población.

Reñida recta final

Aun así, Sam acudirá el martes a votar junto a otros muchos indecisos y decidirá en el último minuto el ganador. Las últimas encuestas apuntan una reñida recta final entre los dos favoritos: Livni y Netanyahu. El candidato del Likud ha ido perdiendo ventaja al mismo ritmo que el ultranacionalista Avigdor Lieberman ganaba en intención de voto. El escoramiento a la derecha del electorado israelí es más que evidente y Netanyahu cuenta con más posibilidades de formar una coalición relativamente estable con el apoyo de partidos de corte religioso y defensores de los colonos. Las conversaciones de paz con los palestinos entrarían con toda probabilidad en horas muy bajas y las tensiones regionales cobrarían aún más fuerza.

Livni cuenta con menos opciones, ante los discretos resultados que previsiblemente obtendrán los partidos de centro e izquierda. En caso de proclamarse ganadora, tendría que formar una extraña y volátil combinación de formaciones para gobernar. «Pero en Israel la política no se decide solo desde dentro -recuerda Sam-; gane quien gane, tendrá la vista puesta en Washington y el anuncio de Barack Obama de «buscar agresivamente una paz duradera en Oriente Medio».