Un sector laborista anima al ministro David Miliband a desafiar a Brown

Imanol Allende

INTERNACIONAL

27 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los intentos este fin de semana de varios miembros del Gobierno británico por mostrarse fieles a su jefe, Gordon Brown, no lograron calmar los nervios en Downing Street. Cada vez son más los rumores sobre el escaso margen de maniobra de Brown para evitar su dimisión, tras los últimos reveses electorales. Uno de los hombres que podría presentar la candidatura al cargo de líder laborista es el ministro de Exteriores, David Miliband.

Los que apoyan a Miliband creen que a sus 42 años es el único laborista capaz de enfrentarse con éxito al dirigente de la oposición conservadora, David Cameron, un político de su misma generación, de cara las elecciones generales del 2010.

Aunque el propio Miliband ha negado que pretenda enfrentarse a Brown, sí es cierto que los ministros con más poder (Jack Straw y Geoff Hoon, en especial) podrían ser los encargados de allanarle el camino presionando al premier para que abandone el liderazgo del partido.

Pese a los desmentidos del jefe de la diplomacia, sus palabras durante el fin de semana sonaron como las de un futuro líder laborista. En una entrevista para Sky News, el jefe de la diplomacia británica defendió en varias ocasiones (ocho, en concreto) el Nuevo Laborismo, días después de que el líder tory lo considerara muerto. «Cameron no solo quiere enterrar a Brown, quiere enterrar todo un proyecto político, el Nuevo Laborismo, que transformó el laborismo desde un partido de oposición a un partido fuerte de Gobierno», dijo.

Hace un año quedó claro que Miliband es ambicioso y su objetivo es Downing Street. Sus más fieles seguidores le aconsejaron en junio del pasado año que no presentara candidatura al cargo de líder cuando Tony Blair presentó a Brown como su sucesor. Ahora, muchos creen que ha llegado su momento, ya que para detener la locomotora Cameron se requiere frescura y juventud, esto es, «saltarse una generación», como indicó ayer un columnista, y que esa persona siga siendo un blairista. Miliband formó parte del círculo más próximo a Blair.

Si Brown dimite y Miliband presenta su candidatura también lo harán otros, como la viceprimera ministra Harriet Harman.

Los críticos de Brown dudan, sin embargo, de que un político con su fama de obstinado vaya a salir voluntariamente de Downing Street, después de haber esperado tantos años para sustituir a Blair, pero creen que si la situación sigue agravándose, los veteranos del partido podrían intentar forzar su salida.