El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó ayer en Lima que está dispuesto a renunciar si se demuestra que ha respaldado a las FARC, y reveló que le pidió a la Organización de Estados Americanos que investigue si es cierta esa acusación, lanzada por su par de Colombia, Álvaro Uribe.
Bogotá asegura que la guerrilla entregó dinero a la campaña de Correa y que el Gobierno de este ha protegido a los rebeldes. «Si demuestran eso, pongo mi cargo a disposición del pueblo ecuatoriano», dijo Correa. Las denuncias se basan en los ordenadores hallados en el campamento de las FARC bombardeado el 1 de marzo en territorio ecuatoriano.
«¿Creemos o no creemos a las FARC?», se preguntó Correa, tras señalar que el Gobierno colombiano considera verdaderas las informaciones halladas en los ordenadores, pero ve como falsas las denuncias del grupo contra Uribe. «Hay que creer cuando las FARC dicen que financiaron mi campaña, pero entonces también hay que creer lo que dicen sobre las relaciones de Uribe con los paramilitares y narcotraficantes», aseguró.