Una cita que se quedó en buenas intenciones con el Mercosur y la Comunidad Andina

José Luis Varela

INTERNACIONAL

18 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La cumbre entre la Unión Europea y América Latina se celebró con buenas intenciones en temas sociales y ambientales, con un epílogo ayer destinado a relanzar negociaciones económicas con los bloques regionales que se han revelado difíciles.

La cita fue llevada con gran corrección política, pero las diferencias de enfoque entre los países de economías liberales y aquellos de izquierda radical mostraron las dificultades para lograr acuerdos, frente a una Europa que llegó con propuestas unificadas.

El ejemplo más claro se vio en la negociación hacia un acuerdo de asociación entre la UE y la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Los europeos habían insistido en una negociación de bloque a bloque, pero ante las marcadas diferencias entre sus miembros se acordó avanzar con Colombia y Perú frente a un Ecuador y Bolivia que prefieren una actitud más proteccionista.

Entretanto, el Mercosur (formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Unión Europea reiteraron su intención de cerrar un acuerdo comercial «ambicioso y equilibrado», pero no lograron hacer avanzar ni un milímetro sus negociaciones.