El célebre magnate de los medios de comunicación, ex primer ministro y líder de la oposición anunció inesperadamente el domingo la disolución de su partido FI, el mayor partido de la península, y la creación del «Partido del Pueblo de la Libertad».
19 nov 2007 . Actualizado a las 21:06 h.Un verdadero terremoto político sacudía el lunes a los partidos de la derecha italiana que rechazaron tajantemente la idea de entrar a formar parte del nuevo partido anunciado sorpresivamente la víspera por Silvio Berlusconi denominado «Partido del Pueblo de la Libertad».
«Ni hablar de ello», declaró rotundamente el ex canciller Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional (AN), segunda formación de la derecha italiana detrás de Forza Italia (FI), el partido fundado hace más de 10 años por Berlusconi.
El célebre magnate de los medios de comunicación, ex primer ministro y líder de la oposición anunció inesperadamente el domingo la disolución de su partido FI, el mayor partido de la península, y la creación del «Partido del Pueblo de la Libertad».
La salida de Berlusconi provocó severas críticas de sus aliados de centroderecha, ya divididos por el fracaso de la estrategia seguida por el líder de FI de proclamar la caída del gobierno de centro izquierda liderado por Romano Prodi sin lograrla hasta ahora.
Fini que considera «confusa y plebiscitaria» la idea de fundar un nuevo partido, se niega a «disolver AN» para entrar a formar parte de la nueva formación.
«Si Berlusconi quiere crear un nuevo partido, le deseamos muy buena suerte.
Es un tema que no nos concierne. Tiene esa idea fija desde hace mucho tiempo, funda todo el tiempo nuevos partidos a los que les cambia el nombre», comentó por su parte Roberto Maroni, dirigente de la populista y xenófoba Liga Norte.
El líder de la oposición, que gobernó por cinco años hasta mayo de 2006 junto con AN y la Liga Norte, explicó en Milán (norte de Italia) ante una multitud de simpatizantes, que el nuevo partido será «abierto a todos, contra la vieja política», clamó.
«Todos los italianos quieren que se funda ese nuevo partido» aseguró tras anunciar que había reunido «siete millones de firmas a favor de la convocatoria de elecciones anticipadas y para que Prodi se vaya a su casa de inmediato».
Según los editorialistas, la creación del nuevo partido tiene como objetivo debilitar a sus aliados más que al gobierno de Prodi.
Para muchos, la salida de Berlusconi es una respuesta a las críticas de sus socios políticos que decidieron no esperar más la caída del gobierno de Prodi y abrir negociaciones con el ejecutivo de centroizquierda para realizar una serie de reformas, entre ellas la de la ley electoral.
El gobierno de Prodi, que la semana pasada superó una difícil votación en el Senado de la ley de presupuestos para el 2008, donde cuenta con una mayoría por un sólo voto, goza de poca popularidad por lo que Berlusconi busca a toda costa derribarlo y tomar su lugar, pero esto no convence a sus aliados.
Según los sondeos, en caso de caída de Prodi, Berlusconi obtendría una neta victoria y sus aliados corren el riesgo de ser absorbidos y desaparecer del panorama político por varios años.
La propuesta de Berlusconi ocurre además en un momento delicado para las relaciones entre Berlusconi y Fini, su principal aliado.
El ex canciller Fini acusó abiertamente a Berlusconi de estar detrás de las revelaciones sobre la relación del líder de AN con una joven «show girl» de la televisión, 20 años más joven y que además espera un hijo.
Los canales de televisión del magnate así como las revistas de corazón, siempre de propiedad de Berlusconi, se han ensañado con la suculenta historia, lo que causó un choque personal entre los dos líderes de la derecha italiana.
Pese a que Berlusconi se declaró «dolorido» con el tratamiento dado por sus medios, Fini sigue ofendido y le dio plazo hasta enero para que cambie de estrategia «o cada uno se irá por su lado», amenazó.