La prensa griega califica las elecciones como las más opacas de todos los tiempos. «El Gobierno es incapaz. No pudo proteger a las personas de las llamas. Debe irse de inmediato», dice Papandreu en cada ocasión. Él está dispuesto a volver a asumir el Gobierno y a sacar al país de la crisis.
Caramanlis apuesta por el sentimiento de solidaridad de los griegos: «Veo un nuevo patriotismo», repite una y otra vez. Tras los incendios hubo una enorme ola de solidaridad entre los griegos del interior del país y del extranjero. En unos días se gastaron más de 100 millones de euros para las víctimas. Caramanlis afirma que él mismo se transformó en «otro hombre» y que ahora tiene otras prioridades. De hecho, habla de «desarrollo sostenible».
El conservador presume de la mejoría en los últimos años de los índices macroeconómicos: subió el PIB, el desempleo cayó al 7,7%, redujo el déficit fiscal del 7,9% del PIB al 2,9% en dos años. Caramanlis ha prometido asignar 1.000 euros al 20% de la población que vive por debajo del nivel de pobreza (unos dos millones) y fijar una jubilación mínima para todos hacia el 2009.
Papandreu prevé ayudas extras mensuales de 550 euros a las pensiones bajas y a las amas de casa de más de 65 años.