El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) aprobó ayer que agentes de la Policía Local de Lugo se manifiesten junto a la comitiva de autoridades que participará el domingo en la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia a Jesús Sacramentado. El sindicato CSIF emitió ayer un comunicado anunciando la decisión del tribunal y también que un grupo de bomberos secundará la pitada contra el alcalde, José López Orozco; el concejal de Protección da Comunidade, José Rábade; y el subdelegado del Gobierno, Jesús Otero.
En el comunicado, CSIF explica que solicitaron, junto a UGT y CC.OO., permiso a la Subdelegación del Gobierno para poder «manifestarse el próximo domingo a las 11.00 horas, como otras veces, frente al Ayuntamiento». En la solicitud, los sindicatos pedían permiso para caminar (y protestar) junto a las autoridades hasta la Catedral, sin entrometerse en la celebración religiosa.
La Subdelegación permitió la protesta, pero les cambió el horario y el recorrido, para evitar que coincidiera con la procesión del Corpus y, por lo tanto, con las autoridades que participan en ella. Según CSIF, el subdelegado tomó esta decisión después de consultar al alcalde y «alegando una posible alteración del orden público».
Los policías consideran que «los convocantes ya demostraron en las manifestaciones anteriores que son pacíficos y las hacen en zona peatonal donde no se obstaculiza el tráfico pero donde nos oiga, aunque no nos escuche, la persona o personas contra las que protestamos».
Por ese motivo, los agentes recurrieron al Tribunal Superior de Xustiza, que ayer autorizó la manifestación del mismo modo que la solicitaban los sindicatos. «La Policía Local de Lugo estará ante el Ayuntamiento, el próximo domingo a las 11.00 horas, para dar una sonora pitada al alcalde y a su concejal de policía», dice CSIF en su nota, resaltando que el motivo de la «pitada» es protestar por «la falta de diálogo que muestran» con la policía y, dicen, también con los bomberos.
Aviso para el subdelegado
En la nota de prensa que ayer difundió el sindicato CSIF dice que «avisamos también al señor Otero que parte de los pitidos también se los dedicaremos a él por anteponer el corporativismo a los derechos democráticos que tenía que defender».
Los policías acusan a Jesús Otero de carecer de «principios democráticos» por cambiar el recorrido y la hora «haciendo caso de las alegaciones del alcalde y, suponemos, siguiendo directrices de partido».