«Es una esperanza desesperanzada. Esa es la verdad», declaró ayer el alcalde, José López Orozco en referencia a la evolución del actual proyecto para convertir en auditorio el cuartel de San Fernando, situado junto a la Muralla.
«Seguimos pendientes de la respuesta de la Unesco, pero como no se puede esperar más, hay que ir buscando otras alternativas», continuó Orozco. No es la primera vez que el alcalde admite estar pensando en otros emplazamientos para el auditorio, pero tampoco en esta ocasión aceptó explicar cuáles son esas otras posibilidades menos polémicas.
Icomos, el Comité español del consejo internacional de Monumentos y Sitios (dependiente de la Unesco), realizó el pasado enero un informe desfavorable sobre este proyecto, alegando que las obras, además de no respetar el cuartel, tenían mucho impacto visual sobre la Muralla. Todas las instituciones implicadas mantuvieron una reunión para tratar el asunto el pasado mes de marzo y, desde entonces, no ha habido ninguna novedad al respecto.
Orozco destacó ayer que el tema del auditorio no es un asunto exclusivo del Concello, sino que toda la Xunta está pendiente de resolverlo. «Ya no hablamos sólo de la Consellería de Cultura o de la Dirección Xeral de Patrimonio, hablamos de toda la Xunta», reiteró el alcalde poco antes de añadir que este mismo fin de semana estuvo hablando con el presidente, Emilio Pérez Touriño, sobre la urgencia de dar una salida al auditorio lucense.
El principal problema con el proyecto presentado, el del cuartel de San Fernando, es la altura. Para el organismo asesor de la Unesco la altura afecta mucho a la Muralla, pero el Concello alega que son las dimensiones necesarias para albergar espectáculos de primera fila