Xóvenes Agricultores cifra en más de trece millones de euros las pérdidas que supondrá para los viticultores de la Ribeira Sacra la nueva organización común del mercado del vino, que entrará en vigor el próximo mes de agosto. El saldo negativo responde a los cálculos del sindicato sobre el impacto en la denominación de origen de la pérdida de valor de los derechos de viñedo, como consecuencia de la liberalización de plantaciones prevista por la OCM. A ello habrá que añadir, según la asociación agraria, una previsible caída en los precios de la uva. Juan Sánchez, secretario provincial, Antonio Paz, responsable comarcal, y Pedro Rodríguez, vocal por esta organización en el consejo regulador, pidieron ayer en Chantada que la Consellería de Medio Rural aplique medidas compensatorias en la Ribeira Sacra para paliar la repercusión de los acuerdos adoptados por los ministros de Agricultura de la Unión Europea.
«Un cambio importante sempre xera incerteza e máis aínda cando, como neste caso, non se lle explica ao sector a súa verdadeira repercusión», afirmó Juan Pérez. Según su criterio, las administraciones deberían concretar de inmediato las nuevas reglas del juego para que en los derechos vitícolas no se repita la pérdida de valor de la cuota láctea. «Hai posibilidades de futuro, pero co apoio da administración. Urxe un plan específico para reforzar o sector na Ribeira Sacra, que a Xunta empece a andar e non haxa que empurralos como pasou cos contratos homologados», destacó.
Para el secretario de Xóvenes Agricultores en Lugo el margen que se reserva a los estados miembros y las comunidades autónomas en el desarrollo de la OCM del vino «pode ter consecuencias boas ou nefastas», motivo por el que defendió que Ribeira Sacra «busque aliados en territorios con similares problemáticas».
Por su parte, Antonio Paz manifestó la preocupación de su sindicato por la repercusión de las primas al arranque del viñedo y reivindicó que la Ribeira Sacra reciba con carácter prioritario las medidas compensatorias que contempla la propia reforma de la OCM. Entre ellas estaría la concesión de ayudas para recompensar el mantenimiento de paisajes culturales, incentivos que faciliten el asentamiento de jóvenes viticultores, subvenciones destinadas a la reestructuración del viñedo y planes de mejora de la comercialización de los vinos.