Remedios y males

Beatriz Manjón

TELEVISIÓN

31 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

¿Recuerdan esa frase de a grandes males, grandes remedios? Pues yo sé quien no la va a volver a pronunciar. Se llama Mario, es un estudiante salmantino de 21 años, que trabaja en un bar de noche para pagarse la carrera, y que estaba a punto de ganar 5.000 euros en Atrapa un millón, hasta que una gran Remedios, Miss España en el 86 y actriz, tuvo un impulso, que no fue precisamente regalar flores. En el último segundo, sin tener ni idea de por qué, pese a apellidarse Cervantes, decidió que el azúcar, diluido en agua, debía de ser un buen conductor de la electricidad, pues con ser malo para mantener la línea ya tenía bastante, y movió el fajo de billetes mientras Mario le imploraba, inútilmente, que no lo hiciera. A Sobera la ceja se le puso de bisoñé y Mario deseó reencarnarse en héroe de videojuego mientras la guapa no paraba de repetir «qué mal rollo». Si le hubieran preguntado qué sabía de Rusia otra pata de gallo hubiera cantado. Remedios ha atrapado un millón de críticas y le ha arrebatado el papel de más odiada a Leticia Sabater, porque el de más quemada lo sigue acaparando la segunda. Menos mal que el concurso le dará otra oportunidad al chico y estamos seguros de que, esta vez, llevará a un acompañante de apellido menos ilustre con el que conseguir más lustre.