Ganar no ganó, pero el interés generado en torno a la figura de Rodolfo Chikilicuatre alcanzó el punto culminante durante su actuación en el festival de Eurovisión. Eran las 22.35 horas del pasado sábado cuando media España retrocedió en la máquina de tiempo y sintonizó al unísono La Primera para seguir las evoluciones del personaje «de tebeo». Y vaya que si lo hicieron: cerca de 14 millones de espectadores perrearon con el Chiki Chiki, un 78% de los que en ese momento veían la televisión. El pico de audiencia más alto desde que el fenómeno Rosa sacudió los cimientos de la televisión en el 2002.
Las tres horas y cuarto que duró la emisión del Festival obtuvo una audiencia media algo inferior, pero a todas luces exitosas para TVE. Más de 9,3 millones de telespectadores, un 59,3% de cuota de pantalla, siguieron el evento. Un dato que triplica al obtenido en la edición pasada con el cuarteto D'Nash y que se asemeja al logrado con la triunfita Beth en el 2003, casi 8,8 millones y un 58,4% de share .
De todas formas, Chikilicuatre no pudo con lo que parece imposible, acabar con el reinado de Rosa López, la representante surgida de la primera edición de Operación Triunfo. En aquello ocasión, el certamen europeo de la canción alcanzó su cénit con una de las audiencias más altas de la historia de la pequeña pantalla: más de 12,7 millones y un 80,4% de cuota de pantalla presenciaron la séptima posición de la cantante andaluza.
A pesar de todo, el Chiki Chiki puede irse de Belgrado con la vitola de ser el espacio más seguido en una cadena desde hace seis años.
«Sé que algún día moriré»
Una vez finalizado el Festival de Eurovisión, el personaje creado por la factoría de El Terrat prepara las maletas en Televisión Española -cadena que explota los derechos del Chiki Chiki, programas y artículos de mercadotecnia- y ultima su defunción pública en La Sexta, el canal que le vio nacer y comercializa su imagen.
La cadena prepara «a lo grande» su despedida. Será con toda probabilidad en el programa donde surgió, Buenafuente, aunque la cadena también valora la posibilidad de emitir algún especial monográfico como ya hizo este sábado antes de la gala de Eurovisión.
Y es que el trajín del festival y los compromisos publicitarios y mediáticos de estos dos meses y medio han pasado factura a David Fernández, el humorista que da vida al fenómeno eurovisivo.?Visiblemente cansado comentaba: «Se acerca la hora de desprenderse de un personaje que finalmente te acaba absorbiendo».