Marcos Silvar Sánchez (Cabanas, 1981) asegura que llegó a ser opositor casi por azar. Un amigo suyo se presentaba a un examen para la Universidade da Coruña (UDC) y lo animó a acompañarlo. Quedó en el puesto número doce, lo que le permitió optar a sustituciones y con ello probar lo que supone trabajar para una Administración. Su amigo quedó segundo, logró una plaza y le informó de las condiciones.
Marcos Silvar estudió el ciclo superior en Administración de Sistemas Informáticos y había trabajado en tres empresas privadas antes de pararse a pensar en otra opción laboral. Ahora aspira a ser personal de servicios de la UDC. «Las condiciones son mejores en lo público que en las empresas en las que he estado, tanto en horario como en sueldo», dice, para justificar el cambio, a la salida de la Academia Postal, donde lleva año y medio preparando una prueba para la que se examinará el 7 de mayo. La búsqueda de un trabajo estable le hizo pedir una excedencia por un año en la empresa en la que trabajaba. Finalmente, la convocatoria se retrasó y sus planes iniciales se vieron modificados un poco. No se ve como un eterno opositor. «Ahora estoy cobrando el paro y me dedico solo a estudiar», explica, pero matiza que solo se plantearía enganchar una oposición con otra si hay otra convocatoria cercana. Reconoce que necesita un salario y que no podría estudiar en exclusiva por un período muy largo, ya que lleva desde noviembre cobrando el paro.
Marcos no se arredra a la hora de hincar los codos. «En informática siempre estás mirando cosas, estás al día, pero hay que asumir que estudiar para una oposición requiere constancia», explica este coruñés sobre lo que supone enfrentarse de nuevo a los libros.
Aunque se muestra cauto, cree que tiene posibilidades. «Hay diez plazas para mi grupo y somos unos 300. Quizás sí pueda conseguir una, lo más complicado es superar los puntos de antigüedad de los que llevan más tiempo», comenta. Silvar tiene pareja, pero ambos viven todavía con sus padres. «Mi independencia depende de conseguir un puesto de trabajo», asegura Marcos.
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