José Benito Torres Bouzas, fallecido en Argentina, murió sin hacer testamento y dejó 62 fincas valoradas en diez millones de euros.
18 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Tres hermanas naturales de Meis han presentado ante el Tribunal Supremo un recurso contra dos sentencias de los juzgados de Cambados y de la Audiencia Provincial de Pontevedra en las que se les niega la realización de una prueba del ADN con la que pretenden demostrar que un vecino de esa misma localidad, muerto en Argentina, es su abuelo. Tras esa petición está el cobro de una herencia millonaria, ya que José Benito Torres Bouzas murió sin hacer testamento y dejó 62 fincas valoradas en diez millones de euros.
La reclamación se dirimió en un juicio que tuvo lugar en mayo del 2010 en Cambados. Las tres hermanas sostienen que el emigrante de Meis, antes de irse a Argentina, tuvo un hijo ilegítimo que resultó ser el padre de las reclamantes, también fallecido. Solicitaban por ello que se extrajese una muestra de ADN de un familiar directo del emigrante para contrastarla con la de su padre, cuyo cadáver debería ser exhumado.
Pero el fallo judicial ni siquiera entró en la conveniencia de realizar la prueba, ya que rechazó la reclamación bajo el argumento de que el ordenamiento jurídico no prevé la posibilidad de que los nietos puedan reclamar el apellido de un abuelo.
Disconformes con el fallo, lo recurrieron ante la Audiencia Provincial, que también se pronunció en contra. Las hermanas recurren ahora al Supremo. Están dispuestas incluso a llegar al Constitucional y a Estrasburgo. Además de encontrar errores en las pruebas practicadas, el abogado de las tres hermanas cree que el fallo vulnera varios artículos de la Constitución, «que permite que se sepan los apellidos de cualquier persona». Sostiene que la sentencia es discriminatoria y recuerda que en los años cuarenta, cuando nació el padre de las demandantes, ni el supuesto abuelo podía reconocer a un hijo nacido fuera del matrimonio ni este reclamar la filiación paterna.