Solo las firmas más solventes podrán optar al AVE tras un dura criba previa

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

15 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El proceso de licitación del macroconcurso del AVE no se parecerá a ningún modelo de contratación existente actualmente en la Administración. El hecho de que el consorcio empresarial que asuma el proyecto tenga que enfrentarse a prácticamente todos los riesgos, desde las complicaciones geotécnicas hasta una subida excesiva de los tipos de interés, exige que la solvencia económica y técnica de las empresas sea un requisito de primer orden. De ahí que Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), tenga previsto realizar una primera criba de empresas antes del concurso de adjudicación estricto, con el objetivo de seleccionar a las firmas más saneadas -las que pueden enfrentarse a la financiación con mayor fiabilidad- y las más especializadas en cada uno de los aspectos de la obra, desde la construcción de la plataforma hasta las telecomunicaciones.

Esta selección previa, inédita en las fórmulas de contratación vigentes hasta ahora, dará lugar a un máximo de cinco candidatos que serán invitados a presentar una oferta de cara a la adjudicación. La solvencia técnica se valorará más que la económica, pero la ausencia de una justificación muy prolija de ambas -con criterios similares a los de una auditoría- «significará automáticamente la exclusión para la siguiente fase», se asegura en las condiciones generales del ADIF para los contratos de colaboración público-privada.

Esta fase previa de selección se llevará a cabo con posterioridad al anuncio de licitación en el BOE, prevista para el primer trimestre del 2011. Después, los candidatos elegidos serán invitados a presentar la oferta en un plazo que deberá durar un mínimo de 20 días. Previamente, es probable que las grandes empresas ya hayan diseñado sus alianzas para formar grandes consorcios con las firmas especializadas en cada uno de los elementos técnicos. En este caso, deberán demostrar su capacidad de forma independiente.

Negociación

Después entraría en juego otra fase igualmente novedosa: la de negociación. En este estadio del concurso se negociará con los candidatos para identificar «la oferta económicamente más ventajosa». En caso de que alguna propuesta específica deba ser asumida por todas las ofertas, se comunicará a todos los candidatos, respetando los derechos de propiedad intelectual. El ADIF no dará por concluido el proceso de negociación «hasta que se encuentre en condiciones de solicitar la oferta final», de ahí que el concurso pueda prolongarse bastante más que las licitaciones al uso.

Entonces llegaría la fase definitiva, cuando los candidatos presentan su oferta final, que se evaluará conforme a las condiciones técnicas y económicas del pliego. Se valorará con 50 puntos sobre 100 el mantenimiento de la infraestructura, frente a los 41 de la obra o los 9 de los proyectos.