Hernández culpa al ajuste de Zapatero de la nueva licitación de la autovía de Carballo

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

Alega que la «borracheira» presupuestaria del presidente obligó a revisar el compromiso de gasto de la Xunta

12 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Acompañado por dos de sus altos cargos y personal de apoyo, el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, compareció ayer durante 100 minutos ante el Parlamento para explicar las razones que llevaron a la Xunta a licitar por tercera vez en tres años la autovía Carballo-Berdoias, una obra pintada en un papel tras la catástrofe del Prestige para acabar con el aislamiento de la Costa da Morte. Hernández priorizó el argumentario político al técnico. No solo atacó a la oposición pidiendo que «deixen de liar» con las sospechas lanzadas sobre este concurso, sino que culpó a Zapatero de la nueva licitación, debido a que su «borracheira orzamentaria» obligó a revisar todos los compromisos de gasto de la Xunta para «garantir» que la obra se haga.

Los grupos de la oposición recibieron a Hernández con hostilidad, doce días después de que anunciara la nueva licitación del vial. El socialista Pablo López Vidal avinagró el arranque al pedir sin éxito la expulsión de la sala del personal de apoyo del conselleiro, aunque no logró alterar el guión que Hernández traía escrito.

El conselleiro repasó los siete años de historia de esta infraestructura para resaltar los puntos negros del bipartito de Touriño, al que acusó de ser incapaz de construir la obra al precio contratado y de negociar «á marxe da lei» con la adjudicataria una subida de 40 millones de euros. También arguyó que la suspensión de un proceso de licitación «non é un recurso infrecuente» para una Administración.

¿Pero por qué se renunció a la segunda licitación? Hernández aludió de forma somera al contexto de crisis y a que el cambio de la fórmula concesional del nuevo pliego, que sustituye el canon variable por el fijo anual, permitirán que la futura adjudicataria tenga mejor acceso a la financiación, en tanto la Xunta se ahorrará 299 millones de euros haciendo lo mismo.

El conselleiro no aclaró cómo no optó desde un principio por esta fórmula más económica, si bien no dudó en colocar al Gobierno de Zapatero como el causante de la nueva licitación, debido a que la «borracheira orzamentaria» de Madrid, a la que contribuyó el BNG, dijo, los obliga «a revisar» todos los compromisos de gasto de la Xunta.